Noviembre: “El mes de los
muertos”, repetían mi madre y mi abuela cuando se iba acercando el
día UNO de noviembre. Después corregían el uno es “El día de todos los Santos”. El de los muertos, “El de
los difuntos” o “El de las ánimas” es el día 2. Tanto uno como otro me acojonaba, sobre todo por el rito de las las mariposas en aceite, éstas en la noches eran el cangelo total. En esas noches, en un
cacharro (normalmente una vieja taza de losa blanca) echaban agua y aceite y en él depositaban unas pequeñas y artesanas velas
flotantes que encendían y duraban días (una por muerto), caras serias y alguna oculta lágrima. Las mariposas, en la oscuridad, titilaban como
estrellas y generaban sombras móviles en las paredes, que me impedían conciliar el sueño. Me decía mi abuela, cuyo semblante dolorido por la pérdida contranatura de su jóven hijo (mi desconocido tío), que
era para dejarle luz a los muertos… y es que la cercanía al mundo de los
muertos en la península se mantiene, con visitas masivas a los mismísimos cementerios, y cada año vuelve El Tenorio mezclando el
amor (la vida) con las tumbas, pero también es cierto que cada vez son menos los que la atienden. Aunque, de momento, sigue siendo un
festivo, pero ¿Hasta cuando? porque peligra en mor de la productividad. ¿Se puede ser más imbécil?.
La modernidad esconde la
muerte hasta extremos en los que los niños no saben nada de ella, enterándose
antes de quienes son los Reyes Magos, de que la gente se muere.
En los EEUU
para estas fechas de la noche del 31 de octubre al uno de noviembre, celebran una festividad que parecen tener un mismo origen, dicha festividad de origen celta es conocida como "Samhaim" (fin del verano) y era considerada como el “año nuevo celta” que comenzaba con la estación
oscura. La tratan como la noche
de Halloween en la que aparecen celebraciones enmarcadas en un entorno "sólo cercano" al más allá, repletas de disfraces provocadores de más risas que espantos, para así burlar la muerte desde la otra acera, aunque, a mi parecer, perdiendo nuestro misticismo.
De cualquier manera, no
pasa nada, nunca pasa nada, al fin y al cabo es un juego, un nimio juego cultural de la luz y la
sombra, la vida y la muerte, por ello nada mejor que celebrar que estamos vivos
y hay luz…Quizás todo esto explique el menú de hoy. ¿Es el subconsciente?
A la llegada encontramos
mucho bullicio, muchísima gente y además no paraban de llegar otros más. Más
que bullicio el trasiego era descomunal. Coincidíamos con otro acto, de momento
desconocido, si bien ocupamos la mesa de la cocina y con ello las mejores de
las ventajas, por la cercanía (digo). La tranquilidad a la que estábamos
acostumbrados, hoy se valora y agradece de manera especial a Arte Vivo.
El asunto era que allá,
en el otro extremo de la sala, se homenajeaba a título póstumo (coincidencia, pero es que lo de noviembre, ya
veis, es cosa seria) a uno de los presidentes de la plaza de toros La
Maestranza de Sevilla, por tanto colegas, presidentes, veterinarios y asesores
llenaban la plaza de Arte Vivo por los tendidos de poniente (sombra). Estos
personajes tan cercanos al mundo taurino, digo cercano, cuando en realidad son
parte del núcleo de dicho mundo, evalúan vida y muerte de manera diferente al
resto de la población, por ello despidieron al compañero con comida gruesa y
abundante, no faltaron sollozos que se absorbieron con vino y la muestra de
tristeza no era simulada. La vida debe ser potente para anular el impacto de la
muerte, y aquí en nuestra tierra andaluza (no digo que sea exclusiva), toda
nuestra cultura muestra la vida como prioritaria y evaluada por encima de la
muerte, sin perder un punto de misticismo, así por ejemplo una madre “María”
que permanece viva es más joven y niña (por viva) que su propio hijo “José”
(Cristo) que muere... María se llevará los honores de trono y palio entre oros
y platas y José se quedará en pasos a la intemperie sin ellos, en pasos
austeros de madera, en la mayoría de las cofradías.
En cualquier caso le
dedicamos esta introducción al ausente y el deseo que su viaje le lleve, entre
otros caminos, por dehesas y marismas entre toros rojos como los de Gerión y
negros zainos como iconos y que cada noviembre tenga su mariposa de aceite.
Mientras Emiliano
pensaba… y el ruido del ir y venir de los otros: Algaba, Gabi, etc. no cesaba, Alberto tampoco dejaba de hurgar sobre la gran olla, saca un cazo y me dice que al potaje aún
le queda tiempo, por lo que para más inri le pegamos a las entradas de queso
viejo, montadito de pringá (Cómo no), pan preñado de chorizo y, para
equilibrar, tinto.
Potaje de alubias
Alberto con Alfonso
(Pedro descansaba) se habían dedicado a preparar una enorme pringá que fue
acompañada de un potaje de alubias (justificación).
Para mantener el engaño,
respetaron un orden de presentación, que fue iniciarnos con el potaje, que
pensado para una decena se hizo con largueza. Potaje de caldo espeso, soso para
hipertensos que podían a su gusto llegar al punto de sal deseado, éste primero
se repitió pero con moderación ¿Por qué? Porque ya se había visto el teatro
romano lleno de pringá… ¿Quién se come dos platos de potaje y después esa
pringá?, eso frenó a los glotones primeroslunenses, o tal vez lo hicieron por
pudor para no llamar mucho la atención de los visitantes.
La charla:
Nuestro originario
interés, en los encuentros últimos, reside en la evolución de los indianos, que
en esta primera etapa siguen en: a veces sí, otras casi y a veces no y todos
les deseamos la mejor de las suertes, e inmediatamente se planifican viajes a
los emergentes países de América del Sur.
El segundo interés es la
jubilación de Gabi, que no llega nunca, aunque ya nos cuenta que en la próxima
Sí, que en diciembre contabilizará en otro sector de entre los presentes, los
jubilatas. Con ello la proporción de los que aportan y los que reciben se está
inclinando hacia “los quietos”, como dice Emiliano.
Como hay un buen nivel de
ruido (a Alfonso le encanta) y los conocidos saludan a unos y a otros los temas
saltan inconexos de uno a otro, sectorizadas entre los dos o tres de cada
banda…
La Pringá:
El plato de verdad, el
más esperado, una enorme fuente de barro repleta de morcilla de Burgos, tocino,
carnes, chorizo... auténtico plato medieval, del que ya disfrutamos en anterior
ocasión el 6 de febrero de este mismo año, en el que comentamos su interesante historia...
De reparto nada, como en
la fondue, cuchará y paso atrás, o sea cada cual se puso lo que quiso,
evidentemente un trozo de cada cosa o dos mejor, y de alguno que no alcanzaba,
escuché que decía muy serio: ¡Tocino, tocino…! o sea, sin miedo. Pero oidme ¡cocineros! un poco de equilibrio gastronómico pleasee...
Ensalada de lechuga y cebolla (En paralelo)
Menos mal… que se
equilibraron los platos con una fresca ensalada muy jugosa por su magnífico
aceite de oliva.
Y sí, queda reconocido,
por primera vez sobró. No hay que tomarlo como un fracaso sino como un acto de
raciocinio.Dejamos constancia más adelante.
Los ruidos se fueron
amortiguando, y entre nosotros un tema era inevitable que surgiese, porque la
situación, no sólo sigue sin solución, sino que empeora.
¿Hasta cuando?
Las últimas cifras de
paro son escalofriantes, el que el aumento del consumo se produzca en los
hogares cuyos titulares son mayores de 65 años denuncia una tristísima realidad
que refleja la vuelta de jóvenes a la casa de sus padres y que estos se gasten
sus pensiones y lo poco que tengan ahorrado.
Miguel dice lo que casi
todos piensan ¡No hay alternativas!. ¡Hombre!, no estoy de acuerdo con eso
(mejor dicho: No quiero estar de acuerdo con eso), le digo. Porque haberlas
haylas y de varios tipos y calados, pero cada una de ellas requieren un empeño
una dedicación y unos riesgos.
Las hay como las
planteadas por Vicenç Navarro, Alberto Torres y Alberto Garzón en su libro
titulado precisamente ¡Hay Alternativas! en una reforma misma del capitalismo,
la hay en hacer una segunda transición con nuevos pactos y nuevas instituciones
y la hay en una reclamación directa y sin complejos de recuperar para el
pueblo (lo que siempre le ha pertenecido) todo el poder, ésta más costosa, eso
sí.
Evidentemente para casi
todos, todas inalcanzables, pero siendo ya insufrible e intolerable lo que está
pasando… Es muy legítima la demanda de soluciones y la desesperación si no sólo
no llegan sino que empeoran. Pedro, a veces en estas situaciones de agobio,
dice “tendrá que ser así” ¿No?. ¿Cómo va a ser eso?, por ejemplo: En la línea
Bancos, recordé una de las ventajas de la crisis-estafa ahora demostrada con el
paso del tiempo: las compras de Cajas y Bancos venidos a menos, pero remarcando
que esto también forma parte de la estrategia de la Troika (FMI, BCE y UE).
Pasos seguidos en una de las áreas pretendidas:
(Me dejo los previos, de
cómo grandes bancos favorecen los tóxicos con burbujas de todo tipo)
1.- Fin del ciclo e
inicio de uno de los objetivos: Bancos y Cajas en bancarrota (por tóxicos financieros)
2.- Bancos compran Bancos
y cajas por un euro adquiriendo sus tóxicos (ya en una entrada comentaba irónicamente
que yo iba a comprar uno pagando incluso el doble, el 200%, o sea 2 euros),
pero también sus patrimonios.
3.- Dejemos un tiempo
para marear la perdiz, y para llevar a cabo despidos de personal –por supuesto
justificadamente- en todos los casos.
4.- Creemos un Banco Malo
desde el Estado (Banco que comprará los tóxicos con dinero público, de todos)
5.- Ahora el Banco
comprador por un euro de otro Banco o Caja, se deshace de los tóxicos y se
queda con lo saneado del adquirido tan sólo por un euro. (Hasta 800 oficinas en
algún caso).
¿De que va esto?, Cada vez las cosas, los actos de estos políticos, son más burdos.
Las perversas Cajas:
Tan sólo un detalle, la
semana pasada asistí a una presentación en el Paraninfo de la Universidad de
Sevilla, la coordinadora del acto se dirigió a los asistentes que ocupaban
pasillos, y todos los huecos de la estancia, incluso en salas adyacentes con
pantallas improvisadas y dijo: Este acto se pudo haber celebrado gratuitamente
en el salón de actos de alguna Caja (como anteriormente se hacía), pero la
hemos solicitado y sólo la ceden previo pago…
Mandarinas
Antes del postre, Enrique tomo nota gráfica
de la pringá que había quedado, como testimonio de una batalla perdida.
Pues
sí, puede ser que el ácido de la naranja, líquida y fresca, ayude a que la
pringá se gestione mejor, pero mi costumbre desde hace tiempo es tomarme las
frutas previamente y dejé pasar el postre cítrico.
En el otro tendido hubo
abrazos emocionados y se acabaron yendo poco a poco y nos quedamos solos, la
tarde había sido un tanto descalabazada, y ahora parecía que la cosa se
asentaba en el sosiego de la sobremesa… pero ya irrecuperable.
Café y copa:
Pedro nos contó que
acababa de venir de Galicia (tierra celta), nunca suficientemente visitada. Y
Alfonso nos dice que se nos va para Logroño, su vuelta, dice, está en función
de lo que marque el pluviómetro.
Entre el que viene y el
que va nos fuimos yendo para volver.
Antonio