Todos
los encuentros de elprimerlunes se unen en el tiempo y en el espacio con los
sucesos particulares de los participantes. Esto normalmente no tiene especial
importancia porque dicho sucesos familiares, privados, íntimos y confidenciales
que cada uno lleva en su mochila se dejan supuestamente a la entrada de
ArteVivo (en este caso). A veces surge un comentario sobre algunos de ellos de
manera superficial porque inevitablemente los tenemos a flor de piel en tanto
que nuestras vidas, como la de todas las personas, son enredaderas de mil ramas
y alguna de sus hojas asoman por nuestros bolsillos y otras están presenten en
nuestros rostros, o en nuestros silencios.
Este
día, un día normal de enero, templado con la luz y frio en la noche, me
concedió tregua suficiente para que el cruce de las coordenadas se produjese a
las dos o tres horas de terminar el encuentro y quedar emplazados para el
próximo. A las pocas horas me despedía de mi hermana que emprendía el largo
viaje donde uno se pierde. Permitidme que deje estas letras de Franco Battiato (siciliano
de Jonia provincia de Catania) que sin saber bien porque, se me vienen a la
cabeza en el mismo instante que escribo.
Via Lactea
Nos
levantamos antes del alba, listos para transportar dentro de un satélite artificial que nos conduce deprisa a las puertas de Sirio donde un equipo experimental se prepara al largo viaje.
Somos provincianos de la Osa Menor
a la conquista del espacio interestelar
y vestidos de gris claro por no perdernos.
Seguimos siempre ruta en diagonal por la Via Làctea.
Un capitán
del centro de impresiones presa de agotamiento de inmediato enviado al exilio me
preparaba al largo viaje. Donde uno se pierde.
Seguimos siempre ruta en diagonal por la Via Làctea.
Seguimos siempre ruta en diagonal por la Via Làctea.
Pues
sí, un viaje que se inicia antes del alba, que cruza el cosmos para perderse en
la eternidad. El resto quedamos caminando en diagonal por la Vía Láctea
hablando, discutiendo, queriendo, odiando, riendo, llorando y comiendo en tertulia
unas veces más indignados que otras, pero siempre alegres y con el regocijo de amortiguar
los desatinos de cada día y desde luego sintiéndonos protegidos por el afecto del
grupo.
Después
del impacto personal sufrido este día, templado con la luz y frio en la noche, gran
parte de mis vivencias quedaron difusas
o en blanco no sólo respecto a lo transcurrido horas antes, sino de un
buen número de horas por delante y por atrás. La distancia desde ese 12 de
enero hasta hoy (casi dos meses) ha sido necesaria para poder iniciar la
redacción de este encuentro sin que llegase el ahogo y fuese necesario
respirar… Una redacción de lo poco que
recuerdo, pero que permita mantener el ritmo secuencial de las crónicas para
que siga el viaje.
Entradas:
Bocata de morcilla.
Para
hacer boca, siempre apetecible este viejísimo embutido que Pedro creyó oportuno
introducir en el menú y que se trajo de Algámitas, con gran acierto por cierto.
Y mientras se saboreaba el bocado rematándolo con tinto, en paralelo Alfonso,
muy concentrado en la tarea, preparaba
otra peculiar entrada...
De México se trajo Hernán Cortés el tomate y desde entonces cuánto tomate frito, aliñado, o sólo con aceite de oliva, o con cebolla y aceite, o rociero con ajo, o en el gazpacho o refregado en el pan, o en salmorejo nos hemos comido? Quizás no era esto en lo que pensaba Alfonso que no soltaba la sartén a la que cuando ya creyó oportuno le cuajó unos huevos.
Aunque
adelantadas a su tiempo, las habas pequeñitas que no hayan granado mucho
constituyen una verdadera delicia. Digo que algo adelantadas si hacemos caso al
refranero que dice “El mejor tiempo
habero es el marcero y el abrilero”, pero pudimos comprobar que podemos
modificar el refrán sin temor a equivocarnos de este modo: “El mejor tiempo habero es enero, el marcero
y el abrilero” ¡Oye! Total las habas.
Lo
cierto es que el revuelto resultó exquisito constituyendo un recital de
entradas calientes a propósito de esta temporada de invierno, pero también es
verdad que estos platos exigieron un esfuerzo a los Chef.
Bacalao al ajo arriero.
El
plato fuerte, nunca mejor calificado, fue el bacalao al ajo arriero. Bacalao en
salazón desmenuzado en hebras y el ajo son las bases de donde se parte para la
preparación del plato, que por su
complemento “arriero” se le supone potente dado que los arrieros eran rudos,
fuertes e incansables caminantes que trataban con mulas y ganado como medios de
transporte.
Pues
para hombres rudos, rústicos diría Emiliano, como nosotros, el Macua preparó
este plato hoy considerado un manjar, que elprimerlunes ratifica.
Sí,
como no pudo ser de otra manera salió a relucir de nuevo Podemos y sus
votaciones de los Consejos ciudadanos que por cierto en Sevilla salió la opción
oficialista encabezada por Begoña Gutiérrez
(funcionaria de justicia) por una diferencia de 60 votos (de un total de
2364), respecto al sector crítico encabezado
por el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla Joaquín
Urías. Donde sí fue vencido el sector oficialista fue en Málaga.
Para
estas fechas las encuestas de la SER situaban a Podemos para las generales como
primera fuerza con el 27,5% sacándole 3 puntos al PP y 8,5 puntos al PSOE
mientras IU se derrumba hasta el 3,7%.
Tales
resultados posibles constituyeron una esperanza de futuro para la mayoría de
los primerlunenses a pesar de que el resultado no les permitiese gobernar y les
obligaría a pactar, ¿Lo harían? ¿Pero con quién? Si están rodeados de casta.
Pocos
días antes, en la navidad del 2014 se había producido una reunión de Pablo Iglesias
y Errejón con Zapatero en la casa de Bono, reunión que no sentó nada bien en la
sede del PSOE (Ferraz) . Esta reflexión ¿abre caminos?.
Lo
que si se comentó con más ímpetu fueron las impresentables artimañas de
desprestigio y declaraciones increíbles realizadas por la Merkel previas a las elecciones de Grecia ¿Cómo Alemania
que se le condonó el 60% de su deuda podía mostrarse como la más dura y
exigente con los griegos?, también contribuyeron en el ataque la Comisión
Europea e incluso el FMI, todos contra Syriza a efectos de meter miedo a los
griegos, para evitar que estos se atreviesen a votar dicha opción.
De
igual manera toda esta movida de noticias en contra de Syriza demostraba el
pánico de los mercados y de los gobernantes neoliberales que se declaraban
abiertamente defensores de los intereses de sus bancos, pero también salió a
relucir información oculta y silenciada de lo que Syriza ya había hecho en las
zonas donde gobernaba, aunque se comentaron algunas de ellas de una gran
trascendencia, no se encontraba explicación a que no se conociesen.
Leche frita.
Luis sacó su nuevo postre que sintonizaba con el dulzor que desprendía comprobar que otras formas de gobernar son posible tal y como demostraba Tsipras en zonas de Grecia.
Los
dulceros disfrutan horrores con los postres de Luis, que gana prestigio con su
trabajo, como debe ser, y no por “libre
designación” como los PLD en las Administraciones Públicas, de la privada ni
hablo porque aún es peor que la elección por “confianza” y en cualquier caso si
no vale el caro elegido, dígase Rato (lo echaron del FMI por torpe) o tantos
otros, siempre encontraremos un preparado pringado, barato, oculto y formado en
la Universidad Pública que le resuelva el curro de cada día.
Syriza ha reducido los impuestos del pequeño comercio y las PYME y aumentado los impuestos municipales de las grandes compañías, bancos y superficies comerciales. Aunque sería más justo decir que han empezado a pagar, pues antes no lo hacían. Organiza mercados para productores locales que venden sus productos más baratos que en los supermercados y colabora con los comedores sociales y los infantiles. También han cancelado proyectos de plantas de gestión de desechos por no cumplir las leyes de impacto ambiental.
Ni una noticia negativa. Y, creedme, de haberla, con la prensa que tenemos, lo hubiésemos sabido. Solo son unos meses de gobierno, pero algo nos enseñan.
¿Y qué más no sabemos de Grecia?. De todas formas se deja enlace a un artículo que dejaba constancia de tales medidas, picando aquí.
Café y orujo.
Tomamos
el café cada uno a su gusto y las varietés se siguen manteniendo, ¡ni uno igual!.
Seguimos con alguna copa de orujo, pero la cosa presentaba prisas y no se
prolongó demasiado la tarde, todos teníamos compromisos…
Antonio