Encuentro
de un ‘septiembre’ con ‘p’. Una pe que prefiero, aunque exija el esfuerzo de
juntar los labios, frente el relajo de un ‘setiembre’ que decae en su
pronunciación y que se impondrá por aquello de la economía del lenguaje.
Encuentro,
el de este período, que me pierdo sistemáticamente por hacer que mis vacaciones
terminen cuando está finalizando el verano boreal, cuando prácticamente todos
han vuelto a las tareas de las ciudades, y las zonas costeras, casi desiertas,
se disfrutan con atardeceres de frescas brisas y la decadente y dulce
melancolía del fin de esta estación, como la pronunciación de su último mes: ‘setiembre’.
En este
caso acababa de dejar mi entrañable Lagos y llegar a Matalascañas, pueblo
inventado para la ocasión veraniega popular. Pero en estas fechas semi vacío y al estar inmerso en el Parque
Nacional de Doñana, cada vez con más frecuencia, en los días finales del verano
y siguientes sus playas son visitadas por ciervos poco temerosos. También en el
camino, un atardecer cerca del Arrayan (Coto), contemplamos un lince sereno y observador
de los pocos vehículos que cruzan el bosque, tampoco nos perdimos el cruce de dos
nutrias buscando el pequeño cauce de un arroyo ya cerca del Rocío. Este es su
entorno.
Pero circunstancias
específicas me impedían acercarme a Sevilla, no obstante la conexión constante de las apps en los
móviles, me permitió seguir la preparación y propuestas que empezó Alfonso el
28 de agosto, o sea de improvisación nada de nada, para que todo estuviese
preparado el día siete. Así las tecnologías nos permiten dejar constancia del
menú, pero son aún insuficientes para ‘respirar’
el espíritu tertuliano de dicho encuentro.
Como el
reportero gráfico, que actuaba de freeland (Gabri), quedó tocado desde los inicios con
un aperitivo acompañado por vermut rojo con ginebra, el trabajo quedó a medias.
Por tanto podemos decir que del menú tenemos la segunda imagen con los platos sobre la mesa. La imagen que sigue es la del plato pricipal para que permanezca como referencia del encuentro.
Risotto con carabineros:
El plato principal era el risotto y según las propuestas iniciales lo sería acompañado de setas, no obstante fue sustituido por este con carabineros. Imagino que respecto a las setas decidieron esperar que llueva algo más, pero no creo que nadie de los presentes le pusiera pegas, la pinta es magnífica y la experiencia me dice que su sabor sería mejor. También imagino a los comensales ‘trapicheando’ con los carabineros y sus cabezas.
Los entrantes:
Para los entrantes se cortó una pieza de Chicharrones de Chiclana, Salpicón de marisco con tomate y cebolla, Altramuces y Queso de Gruyere traído directamente de Suiza por Alfonso. Nada puedo decir de los sabores ni tampoco de los olores, más allá de la imaginación y los resultados de los anteriores encuentros tutelados gastronómicamente por el Chef Alfonso, por lo que cada uno ha de fantasear libremente sobre los mismos.
Postres:
Terminaron con un helado y café acompañado de un bizcocho adquiridos por Pedro y Gabriel personal de confianza.
Tertulia:
Claro
que hablaron, como siempre en elprimerlunes se toca una de cal y otra de arena y
a veces también de agua y cemento, pero en este caso se centraron en el
secesionismo catalán y sobre un buen
libro de Andrés Trapiello sobre el Quijote, del que Pedro confesó quedar maravillado.
También es cierto que el otoño, siempre
socialmente ‘caliente’, aún no había hecho acto de presencia. La cosa se
presenta con muchos frentes abiertos y con nuevos grupos políticos preparados
para la metamorfosis que el bipartidismo sufrirá. Un cambio de una nueva derecha y una nueva izquierda para que todo siga
prácticamente igual.
Antonio