Han pasado unos días
y nadie dice nada respecto a hacerse cargo de redactar la crónica y aunque he
mostrado mi interés por la existencia de las mismas cada vez que el tema ha salido
a relucir, me producen dudas su continuidad. No obstante, además del acicate de volver a publicarlas, al que
nos comprometimos, y que ha iniciado Emiliano, nos debe motivar a participar. Por ello
me obligo a redactar la segunda de esta etapa.
Visita desde el
norte.
Una cosa más me
condiciona, y es que el mismo día de la tertulia tuve visita de dos compañeras
vascas. Por tanto, haciendo desde ya un esfuerzo literario, me lanzo al vacío
del "infierno" de la Divina Comedia. Sin olvidar que Antonio también me animó a
ello.
Como decía, el día de
la tertulia tuve visita de dos compañeras vascas, si bien aclaro que una de
ellas era natural de Nerva (paisana de Gabriel) y pronto, muy joven, se fue al
norte y se quedó, pero como se dice en mi tierra “los de Bilbao nacen
donde les viene en gana”.
Hoy comenzamos el día
visitando Sevilla y decidí invitarlas a la tertulia, a la que no deseaba faltar,
y además Edurne y Charo podían vivir en vivo y en directo pareceres, formas,
compromisos, gastronomía, gustos e ideas andaluzas. Pasada la plaza de toros se
nos acercó Antonio que ya se dirigía hacia Arte Vivo y nos acompañó dando una
vuelta por la Torre del oro, Puerta Jerez, la Catedral y callejeamos hasta el
punto de encuentro. Hay que decir que con bastantes ganas de refugiarnos del
sol y del bochorno existente.
No me detengo en las
curiosidades históricas que compartimos, de los lugares indicados, y solo comento que Charo
mostró su agravio onubense, ya que preguntó ¿por qué el punto central hacia las
américas estaba en Sevilla y no lo estaba en el puerto de Huelva? Algo se
despertó en Charo, algo propio de nuestro País vasco, cuando desde él miró hacia el sur y a su tierra, que además se potenciaba con un dialogo entre ellas
respecto a 'lo nuestro' como cuál de sus pueblos se haría independientes antes.
Asistentes y
ausencias
Como era justo el
tiempo, nos encontramos a todos en espera: José Antonio, María, Miguel, Gabriel y a Enrique. Los
incorporados fuimos Antonio y yo con las dos invitadas y los ausentes Pedro, Armando
y a lo lejos Luis y en las américas Emiliano.
Aparte de las
presentaciones, especialmente destacable fue el reencuentro de los nervenses
que allí quedaron centrados en las cosas de su pueblo, como que estudiaron en
la misma escuela y recordaban sus familiares y antepasados, calles, etc.
La
Comanda
Como
es costumbre en las publicaciones, cosa que no voy a evitar, dejo la imagen que
recoge la parte gastronómica de todo encuentro, dejando las lubinas limpias y a la espera del
horno como plato central y pudimos ver las entradas: Anchoas, Chistorras con
huevos fritos así como guindillas picantes o queso con cebolla caramelizada.
Los debates: Tema 1
Tras un buen rato en
la zona de cocina, pasamos a la mesa ‘redonda’ y democrática, y por ello no
tardó mucho en salir a la palestra el nivel de los compromisos sociales para
contrastarlos con actividades de ocio y con gustos más exquisitos que otros, lo
cierto fue que allí inundó la duda entre broma y serio.
El debate de: ¿Se
puede SUPLANTAR la burguesía sólo apareciéndolo? ¿Se puede SER burgués con la
apariencia? ¿Se puede ser burgués, sin ‘TENER’? ¿Imitar un comportamiento
burgués, hace burgués al individuo? O ¿Estamos hablando de cosas distintas?
Decía Antonio, al que
más le lanzamos las bromas. Dicen los psicólogos que “Si se practica el
‘parecer’ acabas ‘siendo’” pero que en el ejemplo de lo de ‘burgués’ no cuadra
del todo, porque el pueblo a veces acierta con los refranes y uno muy a
propósito dice: “Aunque la mona se vista de seda mona se queda”, por tanto no
se puede suplantar dicho perfil. Otra cosa sería apostar por una frustración
constante de la vida y para ello hay que ser bastante torpe. Lo que sí recordó una
vez más, fue la frase de su amigo Manuel, medianamente situado, otra frase
popular: “Lo que es bueno pá los ricos es bueno pá tós”.
Digo, que detrás de
esto, lo que queda es que todos buscamos la felicidad y por tanto la mejor manera
de encontrarla, eso sí en la medida de nuestras posibilidades, y desde luego
que ésta no está en el ‘tener’ sino en el ‘ser’, en lo no monetizado y
mercantilizado. Un buen ejemplo es esta misma tertulia, aquí en los callejones
del Arenal, no en el Alfonso XIII, y con estos amigos.
Inciso:
Lo que sí pudimos
hacer respecto a los ausentes es enviarles algunas fotos y Emiliano nos
respondió rápido desde miles de Kmt. Les expliqué a Edurne y a Charo algo sobre
ellos. Por ejemplo hay varios que dominan la pintura: José Antonio es un gran
profesional y profesor de Bellas Artes, Armando pinta una vida intensa llena
de color, más incluso que los que la tímida naturaleza le regala, pero es la suya. Del
mismo modo también lo hace Miguel con la calidad de una Kodak, Luis tiene un
gran acierto en la poesía infantil, y no digamos en la pastelería, etc. Gabriel
es un musicólogo que aprendió de sus hijos, si bien lo sintetiza poniéndonos el
pasodoble de Nerva.
Los debates: Tema 2
De momento las
conversaciones se cruzaron y diversificaron y una de ellas por su intensidad se
impuso a las demás, fuimos Miguel y yo mismo y el tema como todos los países
del mundo están enfrascados tras un fracaso de la globalización, epidemias,
crisis y guerras.
Surge al decir Miguel que el tema hoy es la crisis mundial y más
concretamente que ésta se está produciendo por la decadencia de Occidente…
Todos los imperios terminan cayendo: Roma, Islam, España, Inglaterra y ahora
EE.UU…
Por mi parte dije que no es una decadencia, porque lo que para uno es malo para el contrario es
bueno, por tanto una supuesta decadencia es al mismo tiempo un renacer... Luego es una situación entre dos partes que se ha de solucionar con negociaciones y consenso,
y no con guerras. Nada de decadencias…
Insiste Miguel con que todas las ideas políticas son prácticamente iguales, son los hombres los que
las manipulan y utilizan para sus intereses y por ello surgen las guerras, pero
la tensión se genera porque termina un poder enorme que se extendió por el mundo, pero que hoy ya
no puede doblegar a los antes sumisos y obedientes estados.
Le digo que lo que
ocurre es una sola cosa al mismo tiempo, pero que no depende exclusivamente de
la bondad o maldad humana, que esas están por descontado, por eso no debemos
fijarnos sólo en que un Estado decae, porque otro surge.
Con esta conversación, salimos a la calle y algo más continuó...
Alberto Oyarzabal