Se
aplazó el encuentro a un segundo lunes por razones tan poderosas como la
formalización de una pareja, asunto de respeto y para quitarse el sombrero,
también nos lo podíamos quitar porque disfrutábamos de una pequeña primavera
con 23º luminosos, dos más que la media histórica.
Histórico
será el reencuentro en el Maestranza el 20N con Paco Ibáñez, que si lo tenéis a
bien dejaremos su icono para este día como aportación al homenaje que se le
rendirá por su 80 cumpleaños a un cantautor que hizo a los españoles releer a Quevedo y a Góngora así como a descubrir a Celaya y a tantos otros poetas y con ello no sólo ver una España diferente a la que vivian sino también la que querían.
En
esta ocasión aunque más ajustado a la hora llegué el penúltimo, todo estaba en
marcha pero no terminado por lo que participé al alimón con Pedro para preparar
un cuenco (con agua fresca) de rábanos blancos como nubes cumulonimbos. Pedro
les quitaba la piel rojiza y yo daba dos cortes perpendiculares para dejarlo entero
y abierto en cuatro trozos. Comento que a veces los tomo aliñados con aceite y
un poco de vinagre si bien no se pueden dejar mucho tiempo en el aliño porque
se ablandan y pierden esa dureza crujiente. Si se han de tomar aliñados han de
prepararse solo un momento antes de comerlos.
Miguel
decía que el colaboraba más mirando que trasteando porque cuando actúa las
cosas se caen, no sabe porqué. Tuve que cambiar de taburete porque el Macua,
que le coge cariño a todo, me dijo: “ese, es el taburete que mejor se lleva
conmigo”.
A
la izquierda se cocía el cordero, y la freidora se estaba calentando para freír
patatas cortadas por Pedro a dados de dos o tres centímetros, tarea anterior a
la de acometer la de los rábanos. Las patatas acompañarían al guiso de cordero.
Cómo
todo giraba en torno a los platos Miguel preguntó a Alberto ¿Qué pasa con
Podemos?. ¡No, más Podemos no!, están en todos sitios aunque en muchos de ellos
sea sólo para machacarlos, o están porque ¿Se necesitan como una nueva
referencia opositora radical? pero dejemos un tiempo, un respiro…
Alfonso
que no se queda quieto preparó para picar una gallega que tostó y regó con
aceite de oliva, le puso unos trozos de panceta bien veteada y unas rodajas de
tomate (pelado), después la cortó en varios trozos resultando un bocado
exquisito, y es que lo de beber sin comer sólo es para anglófilos, no obstante
leí no hace mucho que en Londres está cundiendo el asunto de la tapa, no sólo
por la variedad de productos que se toman tapeando, sino que genera un ambiente
menos formal que la comida y permite una charla más desenfadada y abierta que
la rigidez de la mesa y los dos o tres platos del menú en el restaurante. No sé
si esta cultura –esta manera de entender la convivencia- se incluirá en los
parámetros que miden la calidad de vida en los países.
Justo
en ese momento llegó Gabriel con tortillas de patatas, que ahora las
comercializan en muchos sitios, es una salida magnífica para picar en los
previos, y Luis puso su granito de arena troceándolas con lo que muy poco
tiempo tardamos en “probarlas”, y como Alfonso es un tanto sibarita pues añadió
a su trozo de tortilla una tira de pimiento rojo picante (no excesivo) que
mejoraba la sencillez de la tortilla convirtiéndola en un bocado exquisito no
sólo de sabor. Magnifica combinación que se hizo extensiva y casi terminamos
con las tiras de pimientos.
El
ambiente de este encuentro se desarrollaba especialmente relajado y animoso
podía ser producto de que el primer paso -de las entradas- estaba dado, que el
apetito estaba abierto y también porque el olor del guiso de cordero ya no esperaba
más. Así andaba la cosa entre trivialidades cuando Alberto probó el cordero
dando su visto bueno… ¡Coja cada uno su copa y a la mesa que el cordero está
listo!.
Repartí
con prudencia para que la segunda ronda fuese voluntaria, pero se reparta como
se reparta el final siempre es el mismo… sartén vacía, en cambio las patatas se
distribuyeron en auto-servicio
Mientras
iniciábamos el rito de comer el cordero, patatas y salsa, de tomar bien los
sabores sólo se escuchaban tenedores y poco más, seguidamente se mostraron las
gracias por poder disfrutar de tal plato y la concentración se mantuvo un
tiempo, pero los platos se vaciaban y empezó lo esperado ¡Pues yo voto a
Podemos, pese a todo! Y me basta con que fuerce a que se unan PP y PSOE para
que definitivamente se confirmen las sospechas de sus coincidencias.
Así
se empezó y se continuó con la participación de todos y cada uno dijo y dijo…
Todo un ejemplo de Tertulia.
-No
creo que el PSOE pacte con el PP.
-¿Por
qué no? Ya ha ocurrido en Grecia y en Alemania.
-Pues
a mi sigue sin convencerme, pese a desear que irrumpa con fuerza en las
elecciones y que rompa definitivamente el bipartidismo.
-Pero
no creo que cuando llegue el momento de echar el voto a la urna la gente apoye
con igual fuerza a Podemos.
-El
problema o el acierto es su ambigüedad.
-Pues
yo creo que su ambigüedad es totalmente voluntaria, de cara a coger votos de
todas las vertientes posibles.
-Fijaos
que no es sólo la ambigüedad, la posición en la que se está ubicando
políticamente supone un retroceso a sus iniciales planteamientos que eran
bastante más radicales: por ejemplo de Nacionalizar la banca pasamos a una
Banca Pública…
-Pero
no es lo mismo el mensaje o mensajes para unas elecciones europeas que para las
autonómicas e incluso para la nacional. Ahora debe adaptar su discurso.
-Bueno,
entiendo que los asuntos pueden ser ligeramente diferentes debido a que para
Europa se actúa en un ámbito de estados con grandes diferencias de poder económico,
e intereses aún particulares, pero no en los grandes temas que preocupan a la
gente paro, corrupción, fiscalidad, etc. no tienen porqué ser diferentes.
-¡Hombre!
Las estrategias sí que lo son, no es el mismo discurso para municipales que
para otras elecciones de mayor rango.
-A
mi no me gusta eso de “la estrategia” porque me huele a posible engaño, o sea
por estrategia puedo entender que se ocultan unas intenciones reales que no
conozco. Hay que tener mucho cuidado, porque incluso con ellas justificaríamos
lo ocurrido con el PP, una cosa fue el programa que presentó
¿Estratégicamente?, y después ya hemos visto lo que ha hecho, menos el programa
ofertado cualquier otra cosa, es más en muchos casos totalmente lo contrario
(ejemplo: el IVA).
-Por
cierto ¿Qué me decís de las listas completas, que presentó Pablo Iglesias?
aunque bien es cierto que también existía la posibilidad de votar a personas.
Pero ¿Cuántas veces nos hemos quejado de las listas cerradas?, ¿Cómo se le
ocurre a Pablo Iglesias recurrir a ellas?
-La
verdad es que el tal Echenique rompió la baraja y se retiró por ello, aunque
todos sabían que si hubiese continuado habría salido.
-Difícil
veo que hubiese aguantado. Echenique sabía que su grupo hubiese quedado
mínimamente representado y bien claro dejó las cosas Pablo iglesias que no
quería un consenso, o todo o nada. Finalmente la cosa a quedado como una
adhesión más que una elección.
-Prefiero
las declaraciones de Alberto Garzón, respecto a que un partido no debe andar
con medias verdades para ganar una alcaldía o un parlamento. Y estoy de acuerdo
con eso porque el deseo de ganar un parlamento no debe ser más fuerte que el
deseo de transformar la sociedad cambiando el sistema de vida y de trabajo. En
este sentido leí el otro día un artículo que decía lo siguiente respecto a
Podemos:
“El
desproporcionado peso del tacticismo, el abuso de la retórica maquiavélica de
la conquista del poder, acaso terminen haciéndole un flaco favor, demostrando
que nada mejor que la humildad y la discreción”
Y el mismo artículo acababa como sigue:
“…olvidan
aquella máxima que Juan de Mairena
daba a los retóricos, a quienes recomendaba «no engañar a los hombres con sus
propios deseos, porque el hombre ama la verdad hasta el punto que acepta,
anticipadamente, la más amarga de todas».
-Pues
insisto, le votaré porque tampoco veo una fuerza política capaz de romper con
lo que tenemos, ya vemos los indicadores de IU en las encuestas, y la cosa no
está para continuar con lo que tenemos, hay que cambiar esto como sea.
-Es
que tanto Podemos como IU y el conjunto de la izquierda están situado en un
discurso que podríamos llamar del segundo tiempo o segunda fase, en tanto que
el origen nadie quiere hablar, ya lo hemos comentado en alguna ocasión y tiene
que ver tanto con la ambigüedad de Podemos basada en grandes bloques o
referencias como la “casta”, los de abajo y los de arriba, libertad,
democracia, etc. Como en IU que habla
más de un destino (obviando el anclaje del origen), que por cierto ese destino,
a mi modo de ver erróneo y extinto, al caminar nuevamente hacia una Sociedad de
Bienestar cuando este objetivo se alcanzó tras la segunda guerra mundial (unas
condiciones muy específicas) para evitar la tensión entre trabajo y capital. Y
de momento lo que ha ocurrido con la crisis es que esa tensión ha vuelto con
toda su crudeza y potencia, y es por eso que vueltos al origen hemos de hablar
del origen. Pero ¿Cuál es este origen? Es el que se generó con la implantación
de unos procesos productivos, con la organización del trabajo subordinado, la
composición de la clase trabajadora y las estructuras de los mercados
laborales, en definitiva con la creación de EL MERCADO y hay que admitir que
todos los cambios de fondo se producen, la mayoría de las veces, con los
cambios de dichos procesos productivos y esencialmente en las transformaciones
en las relaciones trabajo-capital, si bien a fecha de hoy la cuestión se ha
hecho más compleja apareciendo nuevas variables y cambiando de lugar el sujeto
político. En otro artículo reciente también pude leer lo siguiente:
“Pero nos equivocaríamos si pensáramos que debajo de
dicha protesta y rebeldía cívica
no subsiste un factor relacionado con las condiciones y consecuencias con que
se está desarrollando la reestructuración productiva española (y europea). Tras
esos jóvenes urbanos airados que han votado a Podemos, a Compromìs o a IU —y
que posiblemente antes se abstuvieron o votaron al PSOE— fluye un consistente y
decisivo proceso social que afecta:
·
A la manera de producir,
·
A la forma de contratación laboral,
·
A la “precariedad permanente”,
·
A la reestructuración de métodos de
gestión y producción en las empresas,
·
A la ineficiencia con que se estableció
la relación formación-universidad-empleo,
·
Etc.,
En definitiva, a todo
eso que viene en llamarse “el mundo del trabajo”.
La piña fresca, de exótico sabor y color amarillo, la
diurética piña ayudaría a evacuar grasas y tocinas así como los posteriores
licores, la puesta en la mesa de este singular manjar parecía que iba a
terminar con la tertulia política, pero el final o prácticamente el final lo
marcó Enrique cuando tocó una tecla que todos la dejan de lado. LA HERENCIA,
este asunto prácticamente olvidado por políticamente incorrecto y por el trauma
que causa ante muchísimo personal al plantearlo se elude, en tanto el fuerte
impacto que causa.
Enrique lo soltó como una solución radical a efectos de
terminar con el sistema. Si se anula la Herencia gran cantidad de problemas,
como la desigualdad, desaparecen. Yo diría más, es el sistema el que desaparece.
Un sistema basado en la producción continua, producción de cara a obtención y
acumulación de beneficios y más beneficios. Sin límites (ver lista Forbes). Un
sistema proclive en aumentar la desigualdad sólo se sustenta por la
transferencia de ese capital, que aumenta paulatinamente, de padres a hijos
creando sagas y castas. Si una vez terminada la vida de una persona su
propiedad, o gran parte de ella, pasa al estado atendería una lógica natural y
solidaria de retorno a aquellos (o aquel país) que han contribuido con su
esfuerzo a generarla y a consumirla.
Es cierto que otras vías de carácter fiscal, impuestos, controles
entre salarios mínimos y máximos, etc. de igual manera podrían regular y
controlar esas enromes diferencias que se tornan obscenas cuando se mira de un
lado a otro, y en contraposición a un ser con esos poderes inmensos nos
encontramos seres indefensos, en la miseria, marginados, olvidados que en muchos
casos son los que con salarios (si así se les puede llamar al pago que reciben)
de miseria, han elaborado las mercancías que les ha colocado en los primeros
puestos de Forbes. Esos primeros puestos además recibirán honores, premios y
reconocimiento público por su “magnífica” gestión empresarial.
Un café y una copa para poder seguir…
Antonio