Lo
que no podía ser, aunque hablásemos de él otra vez, era identificarlo con el 1-O
por el hartazgo, por ser el monotema durante semanas en todo nuestro país, asunto
de conversación continuo, anulador de noticias relevantes y respecto a las
suyas, hay que decir que, todas las de a favor y las de en contra: ambas
colmadas de “fakes news” (1) (Noticias falsas) e imágenes retocadas, así como
se ha utilizado sin pudor de cara a la opinión pública la “postverdad” (1)
(mentira emotiva) apelando a las emociones de la gente mientras los hechos han
sido sorteados, ignorados o anulados en su valor. Lo que era inevitable tratar no obliga a poner
un icono relativo a esto para no seguir dando aire al ‘sainete’ que han montado fundamentalmente dos, sobre los ‘nacionalismos’ y por ende la
independencia catalana.
¡Bien!
Ya pasó el día 1-O y mañana será 3-O, ya pasó también el 6-S, pero como decía
Miguel Hernández en ‘Vientos del pueblo me llevan’: “… y detrás de ellos, el cielo ni se enturbia ni se acaba.”. Y así
es pese a los humanos y sus miserias.
Hoy, he bajado hasta la
calle Cuna, para asuntillos y observo que en las fachadas hay cada vez más
banderas españolas, me cansan todas las banderas y todos los nacionalismos,
excepto los que surgen contra los imperios porque las banderas son como grandes
mantas que tapan todo lo real como: las injusticias sociales, las desigualdades
económicas, el paro, la corrupción, etc.. Por cierto, antes de salir a la
plaza de El Salvador, me paran: un cámara y una periodista, no vi de que medio eran,
pero el asunto estaba cantado, …en parte.
Entrevista: