Gabriel, antes que nada he de hacer
constar que el menú de este encuentro está pensado y hecho a tu medida, muy por
el deseo del Chef Alfonso fundamentalmente y por supuesto con el apoyo del resto de
comensales. ¡Para que te quejes!.
Hay más. Como bien sabes el inicio
de las crónicas de los encuentros reflejan que tipo de día, a efectos
climatológicos y de luminosidad, nos envuelve y acompaña en cada uno de ellos,
y en este encuentro ese aspecto también va por ti, por tu cumple y no sólo por
ello, pronto sabrás porque te cuento lo que sigue, si bien te adelanto que es
algo cachondo.
Y es que precisamente este día ha estado
bastante nublado… para nosotros un ‘mal’ día, un día ‘tristón’. Pero me hizo
recordar lo que aprendí de tus fotografías de un viaje donde las primeras
correspondían a Sevilla –punto de partida- y se completaban con las del centro-norte
europeo, zona de bárbaros, donde viajaste. Eso me permitió comprobar las
diferencias de dos mundos diferentes. He de confesar, que en un principio al mirar unas y otras, no
sabía qué era lo que no me cuadraba, pero al final lo
descubrí ¡No había sombras! En el destino ni los árboles, ni las casas, ni las
personas tenían su sombra, habías estado
en un país sin sombras…
Hoy, como te adelantaba, se
desarrollará el encuentro entre nublos y digo que: Nublado el día, nuestro
mundo pierde la mitad de todo, porque una mitad cotidiana de todo objeto,
animal o cosa, al menos aquí en el sur DESAPARECE. Nos quedamos solos porque
nuestras sombras no están y las sombras, curiosamente, confirman la realidad
material y nuestra ‘existencia’.
Quien no proyecte sombras o vive en el norte extremo o sencillamente no existe.
Conclusión simple ¿verdad?, o sea ya no es una cuestión de Fe, ni un juego filosófico idealista
platónico, es una cuestión de sombras provocadas por ‘material’ tangible. Por lo tanto si alguien o algo quiere mostrarme
su ‘existencia’ que venga con su sombra, y si no que ni se moleste. Y yo, o a
otra cosa más mundana, que queda mucho por hacer. ¡Bueno!, lo dicho, es un
juego de palabras sin peso alguno. Ya pondremos de nuestra parte para que te lo
pases bien.
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