Desde la
plaza de El Duque de la Victoria hasta Arte Vivo, ya es un paseo, pero yendo ligero
de hato debido a la temperatura de un veranillo corto, y tan rodeado de vida,
no se hace largo. Justo de tiempo: llegué, saludé y me senté, lo que no fue muy
bien visto. Tuve que explicar que a veces la quinta lumbar… etc. etc. pero fui
comprendido.
Cuando
detecté las ausencias de Emiliano, Pedro, de Alberto y de Miguel pregunté por
ellos y todo estaba controlado excepto el caso de Miguel que perdió a su madre
la semana anterior, lo que todos sentimos con sinceridad, y que además estaba
de tarde. Parece que el 2015 no es sólo un año especial por el tema de las
múltiples elecciones.
A todos
saludé como es habitual, también a un nuevo compañero al que dedico la imagen
que identificará este encuentro y a Alfonso le di un abrazo, tenía muy buen aspecto,
y mejor cuidado estaba por Gabriel que ocupó con soltura y dominio el puesto de
Pedro “Walker”, que se encontraba en el camino de Santiago. Gabriel, amandilado
él, fue el práctico de la cocina, un becario avanzado y con éxito al que
Alfonso no quiso ponerle la tarea muy complicada y para ello el condumio fue
adquirido precocinado en parte, sólo los calabacines hubo que tratarlos. No
obstante el paso último requerido por las Pochas lo controlaba Alfonso no quitándoles
ojo.
Calabacines aliñados:
Si
supiésemos que nos íbamos a comer una cucurbitácea quizás no lo haríamos con
tanto disfrute, pero con ese aspecto ligero y saludable después de haber sido
ligeramente cocidos, aliñados con pimienta, sal, aceite y vinagre como ponerle
pegas al nombre.
Como
decía al encuentro se incorporaba, de la mano de Enrique, Rafael al que ya
conocí en otra ocasión. Rafael nos contó
que era de un pueblo pequeño de Jaén cerca de Peal de becerro, también cercano
a Granada (creo recordar). ¿Hinojares?
En
atención a nuestro interés sobre ese pequeño pueblo Rafael nos contó que su padre
aún vive allí, que tiene 80 años y vive sin tecnologías, no tiene móvil, ni
ordenador y tampoco televisión, está ajeno al mundo pero muy en su mundo.
Rafael
es una persona abierta y cercana, y del mismo modo que algunos de los miembros
de elprimerlunes se refugian en el campo, también a Rafael le gustan los
huertos y comenta que tiene uno que lo trabaja; le gusta comer y hacer de comer,
dice. También adelanta, en buen tono, que pondrá en un compromiso al resto de
los que preparen las comidas si se le deja incorporarse a la tertulia y tiene
la oportunidad de preparar algunos platos.
Miré de
reojo a Alfonso, que se mantuvo impertérrito (Dicho de una
persona: A quien no se infunde fácilmente terror, o a quien nada intimida),
pero el reto, desde la sana competencia, estaba lanzado. ¡Ta ta
tachínnnn!.
Desigualdad de género?:
Y Rafael
continuó con naturalidad confesándose machista, en el sentido de destacar la
desigualdad entre hombre y mujer, pero planteando argumentos como el de la
fuerza física, que es una característica que marca la diferencia entre sexos,
así como la distribución de tareas como logro de eficacia técnica; también
argumentaba que todos no pueden hacer de todo; la especialización de siglos y
milenios adquirida por el hombre en sus funciones de cazador contrastaba claramente
con la especialización de la mujer en la cueva.
¿Hubo
sorpresa?, Sí, Alguno abrió los ojos más de la cuenta, pero no hubo impacto. Evidentemente
había que responder e intervine diciendo que en efecto antes y durante mucho tiempo
fue así, la fisiología femenina en su papel de procreación inducía a las tareas
diarias de cuidados de las crías, así lo requería el grupo para poder mantener
la especie, una simple eficiencia biológica de supervivencia. Pero los humanos
han evolucionado gracias a una habilidad especial de la que disponen respecto a
otras especies, como es la capacidad de razonar, mientras que el resto de
especies animales siguen en el mismo estadio de comportamientos. Me parecía que
a estas alturas del siglo XXI era totalmente innecesario explicar lo que sigue,
pero consideré que dado desde el punto que se partía, era necesario:
La fuerza física:
El
esfuerzo físico humano se fue traspasando a otros seres como los animales
domésticos, también se descubrieron artilugios que multiplicaban la fuerza como
arcos, ruedas, etc. e hicieron más asequible las tareas tanto a hombre como a
mujeres y más tarde fue trasladado a las máquinas, pero aún cuando no las había
la mujer trabajó duro en la tierra y en otras durísimas faenas de la
agricultura. Una prueba de las posibilidades reales de las mujeres para
desarrollar el trabajo del hombre, se demostró en muchas posguerras –cuando la
falta de hombres era notable- en esos períodos la mujer atendió sin ningún tipo
de problema todos los trabajos que los hombres hacían: tanto en la reconstrucción
de sus ciudades como en la industria, en principio en las fábricas de armamento
bélico, y después para la recuperación de la industria con tornos y todo tipo
de máquinas herramientas. Fueron utilizadas por ellas cuando la sociedad las
necesitó, pasadas las penurias las enviaban nuevamente a la casa, ahora pasa
con la crisis, el paro se ceba especialmente en el género femenino.
La inteligencia:
En
paralelo al desarrollo de las máquinas se va potenciando la inteligencia y el
conocimiento de la humanidad, con lo que desde hace ya mucho tiempo cualquier
persona independientemente de su fuerza, sexo o color puede desempeñar
cualquier tarea. No hay justificación alguna para que se mantengan diferencias
de tareas masculinas y femeninas si bien es cierto que la maternidad concede a
la mujer una experiencia única de
engendrar y convivir en un solo cuerpo dos seres, algo exclusivo para ellas que
les dota de una sensibilidad y unos sentimientos diferenciados en positivo que
cada vez más el hombre, en la asunción y participación en tareas educativas de
los hijos y propias de la cueva (nos gusta cocinar, decíamos), los va asumiendo.
No se
extendió la conversación lo más mínimo, no sé si fueron los argumentos
presentados o ayudó la entrada en escena del rodillo de carne adornado con
huevo hilado de amarillo intenso.
Rodillo de carne con huevo hilado:
Alfonso
presentó el rodillo como un logro de los precocinados, comentó que no era su
mejor día para dedicarle tiempo a cocinar y defendió la calidad del preparado,
pero no estaba falto de razón. El incremento de familias en las que los dos
cónyuges trabajan ha sido tal que se ha modificado el sistema alimenticio y la
oferta de comidas preparadas ha aumentado al tiempo que la calidad de las
mismas, igualmente ha ocurrido con las conservas, el Chef asturiano José Andrés
avala esto último.
El emprendimiento y la competitividad:
Los
tertulianos seguimos con atención los comentarios de un Rafael que le gusta
contar sus maneras de interpretar el entorno social sin pudor, libre como el
alpiste y con naturalidad nos cuenta que es competitivo y que le gusta serlo,
defiende el valerse por si mismo y las ideas neoliberales del individualismo y
el salir adelante consiguiendo el éxito porque se vale o el fracaso merecido
por incapacidad personal y responsabilidad propia… él optó por lanzarse
adelante por su cuenta y riesgo como un reto personal pese a estar ganando una
muy buena cantidad de las antiguas pesetas en DXC.
Es un
emprendedor por capacidad y no por obligación, es valiente y seguro de sí mismo
en el asunto del trabajo. Nos cuenta como creó una empresa que empezó de cero y
que en poco tiempo facturaba una buena cantidad de dinero. DXC fue a buscarlos
y se “asociaron”, pero no tardó mucho en
darse cuenta que la asociación fue realmente una absorción y al poco del
personal de dicha empresa “emprendedora” DXC se quedó con sólo cinco personas,
entre ellos estaba él.
El trabajo en grupo:
Considera
que tener socios es malo, sin más, o simplemente que es mejor el enfrentamiento
individual donde el éxito o el fracaso es propio, sin poder justificar el
resultado para bien o para mal por el comportamiento del otro.
Respecto
al asunto DXC y cuando Rafael entró en el detalle de personas que conoció descubrimos
que eran personajes que también conoció Alfonso y que a Gabriel y a mí también nos
sonaban de nuestra época DXC, evidentemente personajes con relumbrones
superficiales, porque al poco de rascar ni cobre había debajo. Tras ellos, y máxime
en el ámbito de la construcción, nada bueno se pudo resaltar y por ello se
habló de no pocos asuntillos que mejor dejarlos pasar entre cuchará y cuchará
de pochas.
Pochas viudas:
En esta
ocasión y estando sobre las pochas, Alfonso nos informó que las pochas era una
conserva en bote de cristal, pero si no lo dice no hubiese pasado nada. En
realidad el nivel de las pochas que comimos fue magnífico, sin entrar en
comparaciones con las que en otras ocasiones Alfonso nos ha preparado, tal vez
la distancia en el tiempo de comer unas y otras nos haga perder detalle, pero
estaban francamente deliciosas…Nada hay que decir las conservas y el que tenga
interés que hable con José Andrés.
Sindicatos:
Pues sí,
Rafael también se pronunció respecto a los sindicatos de manera rotunda: ¡No
sirven absolutamente para nada!.
Le digo
que es curioso que como el trabajo en grupo, también los sindicatos no tengan
sentido y que ambas cosas parezcan inventos del maligno, pero también le digo
que si los sindicatos como organización no existiesen las empresas los inventarían.
Las empresas necesitan interlocutores en los conflictos, los conflictos
implican pérdidas irrecuperables, de hecho cuando nos los tienen los inventan
aunque tintados de amarillo, necesitan además que sean los mismos personajes (en
períodos de dos o tres años) y más aún con capacidad de decisión, al menos en
aspectos de segundo nivel, y con la aprobación de la asamblea en los casos
vitales e importantes.
La Política y
la Democracia:
Aún no
habíamos terminado con las pochas, pero parecía que los asuntos eran sacados y
guardados, como un repaso, como un tanteo y Rafael se pronunció también sobre
la política diciendo: en cuanto al asunto de política y elecciones ¡No he
votado nunca! es una actividad innecesaria porque todos son iguales, todos
buscan lo mismo: vivir a costa del erario público y no resuelven nada. Pero aún
hay más, su actitud abstencionista estaba más que justificada porque completa su enunciado diciendo que la Democracia es la peor manera de
gobernar, en tanto que termina convirtiéndose en una Dictadura del Parlamento. Ahora
sí, los asistentes quedaron sorprendidos, algunas cabezas levantaron los ojos
del plato y se miraron unos a otros y:
Al
momento Luis de manera pausada y un amable tono le preguntó: ¿Si la Democracia
la clasificas como una Dictadura, Cómo clasificaría a las auténticas Dictaduras?
Enrique
le comentó que el sistema democrático no será perfecto, pero ha significado un
avance en todas las sociedades donde se ha instaurado, en cualquier caso ¿cuál
es tu propuesta?
Alfonso
también insinuó que le parecía excesivo lo de calificar el sistema democrático
como “la peor manera”.
Sorprendente
la cortesía de los primerlunenses, porque todo transcurría en un tono mesurado
y respetuoso… después de los comentarios, Rafael corrigió para decir: ¡Bueno!
“La menos mala”
Electores:
Sus
argumentos fueron varios, pero uno de ellos era que no todo el mundo estaba lo
suficientemente formado y preparado para votar, con lo que el resultado siempre
es distorsionado respecto a lo que realmente necesita la sociedad.
Le digo
que volvemos a la ilustración y al voto selectivo de universitarios y
potentados olvidando al pueblo, le recuerdo que también en los albores del
marxismo cuando se hablaba de sufragio universal no se contaba con la
participación de la mujer, o a la propuesta de la Cospedal de que no cobren los
políticos, para que así sólo lo sean los ricos o aquellos que no necesiten el
dinero.
No
obstante y poniéndome en su situación de la ignorancia de muchos, de un pueblo
no formado sólo habría que pensar que el voto que harían o hacen ese supuesto
colectivo, que entiendo enclava en las clases populares únicamente, lo harían
por intuición, por alguna señal subjetiva de simpatía o desagrado, imagen,
comportamiento o sencillamente por el acierto de un eslogan, pero también hay
algo objetivo que no se puede obviar y es: LA HISTORIA, los pueblos conocen la
historia “vivida” no leída (menos mal, que es así en muchos casos), los pueblos
recuerdan de sus antecesores sus penurias y aquellos que se las hicieron pasar,
como sus períodos de bonanza y aquellos que les ayudaron a vivir algo mejor.
Por
otra parte ¿Quién puede asegurar que la intuición acierta menos que un sesudo
(si se hace) estudio de un programa político? No bastaría con poner esta toma
de decisión en cuestión, visto lo ocurrido en las últimas elecciones al estado,
que una vez elegido el candidato por su programa, éste no cumple nada de lo que
se ha comprometido. ¿Y si la intuición me lleva a elegir ese personaje que
finalmente es honrado y leal y cumple lo poco o mucho que dijo?
Es
cierto que la Democracia podría sacar adelante un gobierno de “perdedores” (en
el lenguaje neoliberal) o que puede dar cabida a “perdedores”, también pudiera
hacerlo con grupos más débiles, pero es que no hay que olvidar de que la
sociedad avanza en la medida que va teniendo más en cuenta a los más débiles, cuando
es más solidaria y más humana, es cuando realmente avanza, Si se evalúa lo
fuerte solamente y dejamos atrás al resto entonces ¿Qué hacemos con los
discapacitados, con los ancianos, los niños...? Pero hay más ¿Qué hacemos con
los menos afortunados en inteligencia?
Toda opinión tiene valor:
A ese
grupo de personas poco exitosas a la que todos prestamos poca atención por sus escasos
argumentos y que se apoyan en sus intuiciones para casi todo, recuerdo que
aprendí que hay que escucharlos a todos. Lo aprendí de Alfonso y fue en DXC.
Había un compañero que le llamaban Simplicius una persona simple sin malicia,
que creía todo fuera de quien fuera y partiese de donde partiese. Un día Simplicius
hablaba y hablaba y Alfonso escuchaba atentamente. Le pregunté extrañado
¿Alfonso que haces? me contestó: Antonio hay que escuchar, hay que escuchar a
todo el mundo porque cuando menos lo esperes te hará planteamientos que jamás
se te habrían ocurrido.
Alfonso
entre dientes y con ironía dijo “yo era más joven”, pero desde ese momento
nunca más he desdeñado o infravalorado conversaciones de nadie, e incluso he
aumentado mi atención para entender sus criterios y el resultado ha sido
positivo, ha sido cierto, hay que ser más humildes además de respetuosos.
Podemos:
No se
olvidó Rafael de Podemos, no recuerdo si le preguntó Luis o se pronunció al respecto,
de todas maneras ya no sorprendió a nadie con una exclamación escueta ¡Es más
de lo mismo!.
El
mundo de Rafael es una suerte, todo está analizado, clasificado y determinado,
sin ninguna duda. Para mí lo quiero, que creo que en todas las verdades existe
un resquicio por donde pueden vaciarse. Al final me quedo con esa verdad
temporal mientras no sea mejorada.
Bizcocho industrial:
En esta
ocasión no hubo postre de Luis, pero no faltó porque Gabriel y Alfonso también
se acordaron de comprar un buen bizcocho con su principal ingrediente: muchos
huecos de aire.
El invitado novato:
Creo
que lo más positivo, además de todo lo anterior, que nos transmitió Rafael fue
la siguiente anécdota de la que adelanto su moraleja. “En las reuniones de
empresas en las que el director general te invite a comentar tus puntos de
vista críticos, ni se te ocurra hablar.”
Y eso
fue lo que le pasó a Rafael de novato y recién llegado a DXC, no pudiendo ir
(imagino que fuese una escusa) el empleado veterano a la comida de trabajo que
organizaba el director general le encomiendan a Rafael que lo sustituya… ¿Pero
que he de hacer? Nada, nada lo que vaya surgiendo…
Para
Rafael, como para cualquier técnico de la época DXC era una empresa ejemplar y
moderna, pero para empezar llegó tarde ¿Y donde le fue a tocar sentarse? Sí
allí donde todo el mundo evitó hacerlo… frente por frente al director general.
Éste soltó el rollo del bueno y exitoso resultado e invitó a los presentes a
participar con propuestas de mejora. Rafael tenía varias de tipo organizativo
que harían, aplicándolas, mejorar las operaciones y aumentar los resultados
económicos y pidió la palabra… No duró mucho hablando porque cuando el director
general detectó de lo que trataba lo cortó en seco en medio de su propuesta.
¡Está bien, callese!.
Historias en la hora del café:
Si con
el postre la cosa mejoraba, en el café se hizo relajada. Rafael se interesó por
la experiencia de Alfonso en DXC y Alfonso comentó que su primer trabajo para DXC
(una empresa donde la edificación era una actividad inexistente cuando él entró)
consistía en realizar un inventario de toda la maquinaria de la empresa, ¡TODA!.
Recuerda legajos y legajos donde quedó recogida y clasificada, después hubo de
desarrollar los manuales de mantenimiento de cada una de ellas, un trabajo
improbó... y finalmente, ya conocidas
todas las máquinas ¿Por qué no inventar alguna? Y le tocó a Alfonso diseñar máquinas
en la línea de la primera robótica a base de sistemas hidráulicos.
Frustración:
Así
terminaba la tarde cuando Enrique dijo que estaba un poco frustrado porque la
conversación no llegó nunca a calentarse, había sido una tarde fría y monocorde
en el coloquio por lo que las expectativas que había comentado a Rafa respecto
al calor de opiniones encontradas no se cumplieron. Lo achacó a que Alberto, Emiliano ni Pedro estaban, aún así
estimaba que yo tendría que haber sido más contundente en tono…
En
efecto, fue así, la tertulia estuvo excesivamente comedida, pero sobre todo
educada y respetuosa con el invitado, como no podía ser de otra manera, también
porque sencillamente era una situación absolutamente reconocible, ha sido un
clásico, con planteamientos que encajaban unos con otros conforme a un perfil típico
neoliberal muy del momento.
Bienvenida:
En
cualquier caso es bien venido y está claro que queda mucho que hablar, y a mí
concretamente mucho que aprender del vivo y en directo de esta filosofía o
manera de entender la vida, vida que espero no sólo sea la de una única persona
sino la vida de todos, digo esto en contraposición a lo dicho por la lideresa
del Neoliberalismo Margaret Hilda Thatcher: “No existe la sociedad, existe el
individuo”.
Antonio
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