./. Continuación
Quizás
ya mencioné en algún encuentro a Manfred Max-Neef y su libro: LA ECONOMÍA
DESENMASCARADA. Del poder y la codicia a la compasión y el bien común. En él
también se llega a la conclusión de las soluciones locales y pone diversos
ejemplos que ya funcionan en diferentes países del mundo.
Y
finalmente no deberíamos olvidar la vía propuesta, por un economista de
prestigio y ministro de economía de Grecia como Yanis Varoufakis, frente a las
imposiciones de Europa y que sus mismos compañeros de Syriza no se atrevieron a
implantar en todo el Estado. La medida iba en la misma dirección, ya mencionada,
sobre la creación de una moneda propia e interna en Grecia. Saltaron rayos y
truenos en “La Comisión”, por cierto una “Comisión” que como institución formal
no existe. Sin embargo Syriza si puso en práctica en muchos de los municipios
que gobernaban antes de hacerlo en toda Grecia
Mercados para productores locales, disminuyó los impuestos al pequeño
comercio y a las PYMES y los aumentó a las grandes compañías (ver encuentro del
12 de enero del 2015).
Imagen para identificaión del encuentro.
La revuelta Granaina:
Nuevamente
surgió la revuelta granaina contra la reorganización hospitalaria y su
espontáneo y cuestionado líder, no muy aceptado por distintos ámbitos,
recientemente he leído un artículo de un personaje de la izquierda real que no
le gusta ese tipo de líder espontáneo (Luis Candel el “spiriman”
despectivamente utilizado cuando forma parte de una estrategia de su Fundación
de ayuda a niños) y curiosamente tampoco
le gusta a la psoedo_izquierda y mucho menos a la derechona. Interesante
situación.
Después
del último encuentro he leído sobre Luis
Candel el que cuenta que casi se les
mueren dos personas en los pasillos de urgencias y denuncia que nunca ha visto
tantos intentos de suicidios como en estos tiempos de crisis, así mismo denuncia que dicha crisis únicamente se
utiliza para recortar derechos y salarios porque los ricos cada vez son más
ricos y los pobres más pobres y carga las tintas especialmente en la
privatización de la sanidad y las dudosas contrataciones de material sanitario,
así como la precariedad y la temporalidad extrema del personal sanitario… De
manera que No es sólo la fusión
hospitalaria la que denuncia, sino a todo un sistema y el cambio de concepto de sanidad pública a
privada. Por cierto junto a él aparece otro personaje con menos impacto
mediático que él, un tal Fidel Fernández.
A ambos no les dan mucha cancha los “medios” sobre todo los subvencionados.
Ya
comenté algo sobre las conclusiones del informe
PIQUE podéis verlo en la entrada o encuentro del día 7 de abril de 2014, encargado por Europa sobre los resultados de
la privatización y externalización de los SSPP que mostraron el absoluto
fracaso de la misma, existe informe en concreto a la “Fusión hospitalaria” Estudio
de la Universidad de Bristol que analizó
entre 1997 y 2006 el impacto de las fusiones hospitalarias en el Reino Unido, que afectó a 112 hospitales de los 223 que
había. El resultado fue un aumento de la contratación temporal del personal
hasta el 33% en los hospitales fusionados. Los hospitales pasaron a ser
deficitarios, algunos con deudas de hasta 3,5 millones de euros. Aumentó el
tiempo de demora y el número de pacientes en la lista de espera para una
intervención quirúrgica más allá de los 180 días. Empeoró la asistencia a
pacientes con ictus, y aumentó la mortalidad tras el alta a domicilio.
Licor de hierbas y la copa de Enrique:
El ardor del momento era leve, pero ágil y muy adecuado para la búsqueda de un norte, de tal manera que después del licor de hierbas u orujo Enrique nos invitó a una copa para que acompañara a la situación e incluso como un complemento a la iniciativa de Alfonso de las fiestas del equinocio o navideñas.
La externalización de
los Servicios Públicos (SSPP):
No
poco se ha hablado en elprimerlunes sobre los SSPP y a nivel de detalle/s dado
que varios de sus componentes han trabajado e incluso trabajan para la
Administración Pública.
Digo
que en el claro camino, compartido por los dos grandes partidos PP$OE en
sintonía con Europa, de disminuir el Estado y revertir su presupuesto (gran masa
de dinero público) hacia las empresas privadas abrió varias estratagemas para
desmontar los SSPP como: 1.- Desprestigio de los funcionarios, 2.- Lentitud de
la gestión pública, 3.- Encarecimiento de los servicios, 4.- Deficiente
Calidad, 5.- Ausencia de Competitividad, 6.- Excesivo número de funcionarios,
7.- Ineficacia e Ineficiencia, 8.- Exceso de Impuestos, etc. y evidentemente
todo ello se mejoraría con elementos y medidas, opuestas a las mencionadas,
llenas de virtudes de las competitivas y eficientes empresas privadas como si
de un bálsamo de Fierabrás se tratase.
En
esa estrategia común PP$OE difundieron dos grandes lemas o eslogan que se
distribuyeron a través de todos los medios, “sus medios”: Uno la rentabilidad económica: “Los SSPP han de ser rentables
económicamente” (Ojo, rentables socialmente ya lo eran) y el otro “El que consume paga” más retorcido y
perverso aún que el primero porque querían convencernos que los ricos con su
gran potencial de consumo pagaban más que los pobres, aunque el porcentaje de
impuestos sobre los artículos fuese el mismo. Ricos y pobres pagan de impuesto
la misma cantidad por cada litro de gasolina por ejemplo.
Un colega dijo: ¡Rentabilidad! ¿Cómo
no? ¿Cómo no han de ser rentables los SSPP?. Y claro se me cayeron los palos
del sombrajo, porque en esto ha residido la victoria del neoliberalismo en
“cambiar los conceptos básicos”. ¡Veamos! Antes que nada, lo ya dicho, los SSPP
han de ser rentable “socialmente”,
si lo que se plantea es en el aspecto económico hemos de diferenciar, al menos,
tres cosas:
- a.- Si se entiende “rentable” como que los ingresos son superiores a los gastos lo que implica beneficios, es absolutamente inadecuado el concepto, dado que las AAPP son entes sin ánimo de lucro.
- b.- Si de lo que se está hablando es que se quiere cambiar el concepto de “gasto” por el de “inversión” o “negocio” tampoco se adecúa al objetivo de los SSPP, que son de por sí un gasto. Otra cosa son servicios de interés general en los que se cobran “tasas” como correos, transporte, energía y comunicaciones de los que ya hemos visto el encarecimiento después de las privatizaciones, pero estos incluso deben respetar los criterios de los SSPP.
- c.- Finalmente y es lo que únicamente puede ser analizable, en el ámbito que nos movemos de las AAPP, es que se ofrezcan con el menor coste posible, pero sobre todo con garantías de buen servicio.
Por otra parte, hay que comprobar si dichas personas cubrian exactamente las mismas actividades, porque de momento sabemos que
en dicho hospital hay, a fecha de marzo de este 2016, 300 personas y en el
segundo en tamaño 180 personas.
La
Competitividad:
El compañero anterior, apoyado por
otro, plantea que la Competencia
mejora los resultados, si los servicios se prestaran a su vez por las AAPP y
por empresa privadas porque permitiría que se encauzaran los gastos hacia los mejores.
Pero la realidad, precisamente no dice
eso al menos el informe PIQUE de 2013 (ver encuentro de 7 de abril de 2014) y el
más reciente del Transnational Institute (TNI) del 2016 sobre “La Industria de
la Privatización en Europa”), ni tampoco lo dice en concreto lo de la
competitividad en Sanidad. Y se ha comprobado en ello que las privatizaciones
han resultado un fracaso, igualmente en servicios de correos que se han tenido
que volver a nacionalizar al igual que en otros servicios, ¿Qué ha pasado con
los precios en nuestro país con las eléctricas y con las comunicaciones, las
más caras de Europa, con la Banca, con Campsa, RENFE, etc?.
Le digo que la competitividad no parece
lo más adecuado a introducir, por ejemplo en un quirófano. No puede entrar el
cirujano con la tensión de competir en tiempo y por tanto en dinero cuando
necesita toda su concentración para salvar una vida, o los bomberos para salvar
bosques o vidas, etc. La competitividad no es lo adecuado, sino más bien lo más
pernicioso en los SSPP, en cambio si se puede analizar costes ¿Cómo no? en lo
que respecta a planificación, organización, trabajo en colaboración, con formación
continua a los funcionarios, con investigación y mejora de métodos, pero Noooooooo
en lo que todos piensan y ponen el punto de mira: Que los “flojos” funcionarios
trabajen mucho más, o se reduzcan plantillas manteniendo los mismos servicios,
y si así se disminuye la calidad ¡mejor! Porque tendremos la justificación para
privatizar.
Otro compañero habla de los maestros,
de los profesores de la buena o mala dedicación de unos y otros, reduciendo el
asunto a lo personal, pero no habla del número de alumnos por aula (ocho en los
países nórdicos) del presupuesto por
alumno, de la formación del profesorado, de las instalaciones de medios, ni de
algo tan importante como es de la libertad
de cátedra contra el sometimiento al sistema, temas y al texto, sin salirse
de la raya, etc. etc…
Palabras
mágicas del neoliberalismo:
Se utilizaron las palabras mágicas que los neoliberales utilizan con maestría, palabras que aplican a acciones que nada tienen que ver con ellas, palabras que requieren una contrargumentación de peso, por eso y
respecto a ellas busqué hace tiempo y leído sobre las mismas: la Modernización,
Eficiencia y Eficacia, así como de la Excelencia, de la Competitividad, de hacer
un país competitivo y también sobre la Calidad y el Emprendimiento y todo
terminaba en lo mismo: reducir salarios
y aumentar jornadas, exigir que tu vida sea tu trabajo y que las nóminas se
conviertan en facturas… Todo es una pura mentira porque el índice de paro
sigue igual. En la EPA tenemos que hablar ya de horas trabajadas y no puestos de trabajo en tanto un puesto se
contabiliza aunque sea una semana de contrato. La precariedad ha aumentado y
hoy aún trabajando a jornada completa con el salario mínimo no se supera el
nivel de la pobreza ¿De que Excelencia me están hablando?.
Sobre
la externalización un
Caso práctico:
Pues dicho todo lo anterior os comento
un caso reciente, que ha permitido aflorar una situación a todas luces anómala
respecto a la externalización y el outsourcing, no hablamos de las Entidades
Instrumentales, sino de las subcontrataciones de personal para realizar
funciones de la Administración Pública en sus propios locales y con todos los
recursos del puesto propiedad de la Administración y en presencia continua de
toda la jornada, lo que en román paladino se conoce como sesión de personal y
que cuando ha sido denunciado en la inspección de trabajo o en los juzgados por
este personal externo, todos los casos se han ganado quedando estos contratados
como personal laboral indefinidos no fijos.
No sólo por la crisis que han debido aumentar
las denuncias, sino que ya por resultados anteriores en juzgados y conocimiento
propio de la irregularidad por parte de la Administración, ésta ha echado de
sus instalaciones a la gran mayoría de este personal y algunas empresas han
tenido que alquilar plantas enteras de nuevos edificios que antes se estaban
ahorrando, así como toda la infraestructura de un puesto de trabajo
(mobiliario, ordenadores, teléfono, iluminación, etc.). Lo que representaba todo
un beneficio añadido para la empresa privada durante decenas de años que nadie
ha reclamado. Al mismo tiempo se iba desdotando plazas o no cubriéndolas y
quitando tareas a los funcionarios para alimentar al monstruo de la externalización.
¿Es eso lo más barato y lo más rentable?
Lo que realmente ha sido es una
estrategia de educación desde Europa respecto al enflaquecimiento del Estado de
todas las AAPP de todos los países, en tanto que Europa ha estado subvencionando
estas contrataciones, considerándoles “Inversiones” (y no “servicios” como lo
fueron hasta un determinado momento) hasta con un 80% tanto con los fondos
FEDER como con los del fondo Social Europeo (FSE). Con ello han enseñado a que
se mantenga un núcleo mínimo de funcionarios y gran parte del dinero público
pase a las multinacionales privadas. Además la operación podía esconderse o
justificarse tras el objetivo de la creación de empleo desde las AAPP, porque ya
sabemos que la parte de los presupuestos más importantes como generadoras de
empleo son las “Inversiones” y no los “gastos corrientes”.
Otros aspectos han salido a la
superficie como: la igualdad de la productividad de los trabajadores sean de
empresas privadas como funcionarios. Y también la equivalencia en la agilidad
de la gestión.
- Productividad: En el primer caso las empresas venían cobrando por los servicios de sus trabajadores por su presencia, o sea las jornadas completas, y estas las justificaban con las tareas realizadas y repercutiendo proporcionalmente sobre ellas los tiempos muertos. Ahora al ir cerrando por entregas de tareas y al finalizar el mes no se cubren la totalidad de horas de las jornadas completas, con lo que la empresa no puede facturar la totalidad de las horas de sus trabajadores, lo que consideran una pérdida económica dado que el trabajador no es “productivo” al 100% (antes tampoco lo eran, pero lo cobraban por estar cedidos) y empiezan a plantear que se tienen que deshacer de plantilla, salvo que les encarguen más trabajo y poder presentar la facturación completa de sus técnicos. Es fácil imaginar, aunque incomprensible, que la solución que se adopta es quitar trabajo de los funcionarios para pasárselos a la empresa privada.
- Gestión ágil: En cuanto a la agilidad se ha complicado tanto las peticiones de tareas, su seguimiento, su valoración, la consideración de la responsabilidad de los tiempos muertos, que todo ello supera con creces el peor de los procedimientos de las AAPP. De tal manera que de más agilidad nada de nada… sino todo lo contrario, logrando el malestar de todas las partes: funcionarios, usuarios y empresas privadas. En definitiva las externalizaciones nunca fueron una alternativa de mejora de los SSPP, serían otra cosa, pero no una mejora ni una solución de eficacia, ni siquiera más eficiente.
¿Quién gana con la externalización y privatización?
Alguien pregunto,
pero entonces si la Administración y los ciudadanos no se benefician con estos
contratos ¿Quién gana con la externalización?
Al mismo tiempo,
algunos respondieron: Las empresas y los partidos políticos. En el primer caso,
son las grandes empresas las que fundamentalmente
se benefician. No hay que olvidar que lo que les queda después de controlar la
energía, el transporte, las comunicaciones, los servicios postales, armamento, los
medios…y la economía, son los SSPP, el último reducto que nos queda de un
estado democrático.
En segundo lugar, una
vez descubierta la existencia de una corrupción sistémica entre las grandes
empresas y los partidos políticos por cobro de comisiones a cambio de contratos
públicos, parece que también los partidos
se benefician para su financiación, y en paralelo a nivel personal los que manejan las tramas. De todo ello se puede concluir
que: “A mayor contratación pública mayor importe de comisiones”.
Hay quien comenta que
habrá quién trabajando para las AAPP no haya sido invitado a “colaborar”. Y es
que la cosa no debe funcionar así. En principio para que se produzca un acto de
corrupción y soborno han de existir el corruptor y el corrompido y la
iniciativa en la mayoría de los casos surge del primero, en su deseo de
conseguir contratos, y si son del Estado mejor. Evidentemente es fácil imaginar
que si, como ha sido divulgado, el 3% es lo más habitual y extendido a aplicar
como comisión, los contratos de poca cuantía que pueden ejecutar pequeñas y
medianas empresas no cumplen con el equilibrio de “mucho beneficio – poco riesgo”
que se requiere.
También alguien
preguntó que cuál era la solución. Y
la verdad es que no se tiene más certeza de que lo que hay no sirve, al
principio de la tertulia se planteó la propuesta de “Nuevas Alternativas
Locales”, pero también existen nuevas teorías de que el partido que gane el
estado no sea el que lo administre, o dicho de otra manera tomar el poder sin
dejarse tomar por él, o que el partido que gane el estado genere articulaciones
posibles entre la política estatal y los movimientos sociales de base
(participación desde abajo).
Y alguien cuestionó
¿Participación?. Por experiencia, digo que no da resultado en tanto que he
asistido a asambleas ciudadanas, para colaborar-incidir en las actuaciones del
Ayuntamiento de Sevilla, a las que la mayoría de asistentes son de un
determinado partido, que no es precisamente el más votado en las elecciones por
lo que desvirtúa el sentir general.
Gran problema este, porque
volvemos a la Democracia Representativa en detrimento de la posible Participativa.
La solución como
podemos comprobar va pa largo, al menos habría que esperar que la gente se
comprometa, asista y participe a instituciones ciudadanas vinculantes en las decisiones como una obligación cívica. Nada más benefioso para los "gobernantes" de que eso no funcione, de que la gente se cansen y que digan convencidos "Esto NO sirve para nada".
Antonio
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