domingo, 3 de mayo de 2015

Encuentro 9 de marzo de 2015



Desde la plaza de El Duque de la Victoria hasta Arte Vivo, ya es un paseo, pero yendo ligero de hato debido a la temperatura de un veranillo corto, y tan rodeado de vida, no se hace largo. Justo de tiempo: llegué, saludé y me senté, lo que no fue muy bien visto. Tuve que explicar que a veces la quinta lumbar… etc. etc. pero fui comprendido.

Cuando detecté las ausencias de Emiliano, Pedro, de Alberto y de Miguel pregunté por ellos y todo estaba controlado excepto el caso de Miguel que perdió a su madre la semana anterior, lo que todos sentimos con sinceridad, y que además estaba de tarde. Parece que el 2015 no es sólo un año especial por el tema de las múltiples elecciones.


A todos saludé como es habitual, también a un nuevo compañero al que dedico la imagen que identificará este encuentro y a Alfonso le di un abrazo, tenía muy buen aspecto, y mejor cuidado estaba por Gabriel que ocupó con soltura y dominio el puesto de Pedro “Walker”, que se encontraba en el camino de Santiago. Gabriel, amandilado él, fue el práctico de la cocina, un becario avanzado y con éxito al que Alfonso no quiso ponerle la tarea muy complicada y para ello el condumio fue adquirido precocinado en parte, sólo los calabacines hubo que tratarlos. No obstante el paso último requerido por las Pochas lo controlaba Alfonso no quitándoles ojo.


Calabacines aliñados:
Si supiésemos que nos íbamos a comer una cucurbitácea quizás no lo haríamos con tanto disfrute, pero con ese aspecto ligero y saludable después de haber sido ligeramente cocidos, aliñados con pimienta, sal, aceite y vinagre como ponerle pegas al nombre.

Como decía al encuentro se incorporaba, de la mano de Enrique, Rafael al que ya conocí  en otra ocasión. Rafael nos contó que era de un pueblo pequeño de Jaén cerca de Peal de becerro, también cercano a Granada (creo recordar).  ¿Hinojares?

En atención a nuestro interés sobre ese pequeño pueblo Rafael nos contó que su padre aún vive allí, que tiene 80 años y vive sin tecnologías, no tiene móvil, ni ordenador y tampoco televisión, está ajeno al mundo pero muy en su mundo.

Rafael es una persona abierta y cercana, y del mismo modo que algunos de los miembros de elprimerlunes se refugian en el campo, también a Rafael le gustan los huertos y comenta que tiene uno que lo trabaja; le gusta comer y hacer de comer, dice. También adelanta, en buen tono, que pondrá en un compromiso al resto de los que preparen las comidas si se le deja incorporarse a la tertulia y tiene la oportunidad de preparar algunos platos.

Miré de reojo a Alfonso, que se mantuvo impertérrito (Dicho de una persona: A quien no se infunde fácilmente terror, o a quien nada intimida), pero el reto, desde la sana competencia, estaba lanzado. ¡Ta ta tachínnnn!.

Desigualdad de género?:
Y Rafael continuó con naturalidad confesándose machista, en el sentido de destacar la desigualdad entre hombre y mujer, pero planteando argumentos como el de la fuerza física, que es una característica que marca la diferencia entre sexos, así como la distribución de tareas como logro de eficacia técnica; también argumentaba que todos no pueden hacer de todo; la especialización de siglos y milenios adquirida por el hombre en sus funciones de cazador contrastaba claramente con la especialización de la mujer en la cueva.

¿Hubo sorpresa?, Sí, Alguno abrió los ojos más de la cuenta, pero no hubo impacto. Evidentemente había que responder e intervine diciendo que en efecto antes y durante mucho tiempo fue así, la fisiología femenina en su papel de procreación inducía a las tareas diarias de cuidados de las crías, así lo requería el grupo para poder mantener la especie, una simple eficiencia biológica de supervivencia. Pero los humanos han evolucionado gracias a una habilidad especial de la que disponen respecto a otras especies, como es la capacidad de razonar, mientras que el resto de especies animales siguen en el mismo estadio de comportamientos. Me parecía que a estas alturas del siglo XXI era totalmente innecesario explicar lo que sigue, pero consideré que dado desde el punto que se partía, era necesario:

La fuerza física:
El esfuerzo físico humano se fue traspasando a otros seres como los animales domésticos, también se descubrieron artilugios que multiplicaban la fuerza como arcos, ruedas, etc. e hicieron más asequible las tareas tanto a hombre como a mujeres y más tarde fue trasladado a las máquinas, pero aún cuando no las había la mujer trabajó duro en la tierra y en otras durísimas faenas de la agricultura. Una prueba de las posibilidades reales de las mujeres para desarrollar el trabajo del hombre, se demostró en muchas posguerras –cuando la falta de hombres era notable- en esos períodos la mujer atendió sin ningún tipo de problema todos los trabajos que los hombres hacían: tanto en la reconstrucción de sus ciudades como en la industria, en principio en las fábricas de armamento bélico, y después para la recuperación de la industria con tornos y todo tipo de máquinas herramientas. Fueron utilizadas por ellas cuando la sociedad las necesitó, pasadas las penurias las enviaban nuevamente a la casa, ahora pasa con la crisis, el paro se ceba especialmente en el género femenino.

La inteligencia:
En paralelo al desarrollo de las máquinas se va potenciando la inteligencia y el conocimiento de la humanidad, con lo que desde hace ya mucho tiempo cualquier persona independientemente de su fuerza, sexo o color puede desempeñar cualquier tarea. No hay justificación alguna para que se mantengan diferencias de tareas masculinas y femeninas si bien es cierto que la maternidad concede a la mujer una  experiencia única de engendrar y convivir en un solo cuerpo dos seres, algo exclusivo para ellas que les dota de una sensibilidad y unos sentimientos diferenciados en positivo que cada vez más el hombre, en la asunción y participación en tareas educativas de los hijos y propias de la cueva (nos gusta cocinar,  decíamos), los va asumiendo.

No se extendió la conversación lo más mínimo, no sé si fueron los argumentos presentados o ayudó la entrada en escena del rodillo de carne adornado con huevo hilado de amarillo intenso.


Rodillo de carne con huevo hilado:
Alfonso presentó el rodillo como un logro de los precocinados, comentó que no era su mejor día para dedicarle tiempo a cocinar y defendió la calidad del preparado, pero no estaba falto de razón. El incremento de familias en las que los dos cónyuges trabajan ha sido tal que se ha modificado el sistema alimenticio y la oferta de comidas preparadas ha aumentado al tiempo que la calidad de las mismas, igualmente ha ocurrido con las conservas, el Chef asturiano José Andrés avala esto último.
  

El emprendimiento y la competitividad:
Los tertulianos seguimos con atención los comentarios de un Rafael que le gusta contar sus maneras de interpretar el entorno social sin pudor, libre como el alpiste y con naturalidad nos cuenta que es competitivo y que le gusta serlo, defiende el valerse por si mismo y las ideas neoliberales del individualismo y el salir adelante consiguiendo el éxito porque se vale o el fracaso merecido por incapacidad personal y responsabilidad propia… él optó por lanzarse adelante por su cuenta y riesgo como un reto personal pese a estar ganando una muy buena cantidad de las antiguas pesetas en DXC.

Es un emprendedor por capacidad y no por obligación, es valiente y seguro de sí mismo en el asunto del trabajo. Nos cuenta como creó una empresa que empezó de cero y que en poco tiempo facturaba una buena cantidad de dinero. DXC fue a buscarlos y se “asociaron”,  pero no tardó mucho en darse cuenta que la asociación fue realmente una absorción y al poco del personal de dicha empresa “emprendedora” DXC se quedó con sólo cinco personas, entre ellos estaba él.

El trabajo en grupo:
Considera que tener socios es malo, sin más, o simplemente que es mejor el enfrentamiento individual donde el éxito o el fracaso es propio, sin poder justificar el resultado para bien o para mal por el comportamiento del otro.

Respecto al asunto DXC y cuando Rafael entró en el detalle de personas que conoció descubrimos que eran personajes que también conoció Alfonso y que a Gabriel y a mí también nos sonaban de nuestra época DXC, evidentemente personajes con relumbrones superficiales, porque al poco de rascar ni cobre había debajo. Tras ellos, y máxime en el ámbito de la construcción, nada bueno se pudo resaltar y por ello se habló de no pocos asuntillos que mejor dejarlos pasar entre cuchará y cuchará de pochas.


Pochas viudas:
En esta ocasión y estando sobre las pochas, Alfonso nos informó que las pochas era una conserva en bote de cristal, pero si no lo dice no hubiese pasado nada. En realidad el nivel de las pochas que comimos fue magnífico, sin entrar en comparaciones con las que en otras ocasiones Alfonso nos ha preparado, tal vez la distancia en el tiempo de comer unas y otras nos haga perder detalle, pero estaban francamente deliciosas…Nada hay que decir las conservas y el que tenga interés que hable con José Andrés.
 
Sindicatos:
Pues sí, Rafael también se pronunció respecto a los sindicatos de manera rotunda: ¡No sirven absolutamente para nada!.

Le digo que es curioso que como el trabajo en grupo, también los sindicatos no tengan sentido y que ambas cosas parezcan inventos del maligno, pero también le digo que si los sindicatos como organización no existiesen las empresas los inventarían. Las empresas necesitan interlocutores en los conflictos, los conflictos implican pérdidas irrecuperables, de hecho cuando nos los tienen los inventan aunque tintados de amarillo, necesitan además que sean los mismos personajes (en períodos de dos o tres años) y más aún con capacidad de decisión, al menos en aspectos de segundo nivel, y con la aprobación de la asamblea en los casos vitales e importantes.

La Política y la Democracia:
Aún no habíamos terminado con las pochas, pero parecía que los asuntos eran sacados y guardados, como un repaso, como un tanteo y Rafael se pronunció también sobre la política diciendo: en cuanto al asunto de política y elecciones ¡No he votado nunca! es una actividad innecesaria porque todos son iguales, todos buscan lo mismo: vivir a costa del erario público y no resuelven nada. Pero aún hay más, su actitud abstencionista estaba más que justificada porque  completa su enunciado diciendo que la Democracia es la peor manera de gobernar, en tanto que termina convirtiéndose en una Dictadura del Parlamento. Ahora sí, los asistentes quedaron sorprendidos, algunas cabezas levantaron los ojos del plato y se miraron unos a otros y:

Al momento Luis de manera pausada y un amable tono le preguntó: ¿Si la Democracia la clasificas como una Dictadura, Cómo clasificaría a las auténticas Dictaduras?

Enrique le comentó que el sistema democrático no será perfecto, pero ha significado un avance en todas las sociedades donde se ha instaurado, en cualquier caso ¿cuál es tu propuesta?

Alfonso también insinuó que le parecía excesivo lo de calificar el sistema democrático como “la peor manera”.

Sorprendente la cortesía de los primerlunenses, porque todo transcurría en un tono mesurado y respetuoso… después de los comentarios, Rafael corrigió para decir: ¡Bueno! “La menos mala” 

Electores:
Sus argumentos fueron varios, pero uno de ellos era que no todo el mundo estaba lo suficientemente formado y preparado para votar, con lo que el resultado siempre es distorsionado respecto a lo que realmente necesita la sociedad.

Le digo que volvemos a la ilustración y al voto selectivo de universitarios y potentados olvidando al pueblo, le recuerdo que también en los albores del marxismo cuando se hablaba de sufragio universal no se contaba con la participación de la mujer, o a la propuesta de la Cospedal de que no cobren los políticos, para que así sólo lo sean los ricos o aquellos que no necesiten el dinero.

No obstante y poniéndome en su situación de la ignorancia de muchos, de un pueblo no formado sólo habría que pensar que el voto que harían o hacen ese supuesto colectivo, que entiendo enclava en las clases populares únicamente, lo harían por intuición, por alguna señal subjetiva de simpatía o desagrado, imagen, comportamiento o sencillamente por el acierto de un eslogan, pero también hay algo objetivo que no se puede obviar y es: LA HISTORIA, los pueblos conocen la historia “vivida” no leída (menos mal, que es así en muchos casos), los pueblos recuerdan de sus antecesores sus penurias y aquellos que se las hicieron pasar, como sus períodos de bonanza y aquellos que les ayudaron a vivir algo mejor.

Por otra parte ¿Quién puede asegurar que la intuición acierta menos que un sesudo (si se hace) estudio de un programa político? No bastaría con poner esta toma de decisión en cuestión, visto lo ocurrido en las últimas elecciones al estado, que una vez elegido el candidato por su programa, éste no cumple nada de lo que se ha comprometido. ¿Y si la intuición me lleva a elegir ese personaje que finalmente es honrado y leal y cumple lo poco o mucho que dijo?

Es cierto que la Democracia podría sacar adelante un gobierno de “perdedores” (en el lenguaje neoliberal) o que puede dar cabida a “perdedores”, también pudiera hacerlo con grupos más débiles, pero es que no hay que olvidar de que la sociedad avanza en la medida que va teniendo más en cuenta a los más débiles, cuando es más solidaria y más humana, es cuando realmente avanza, Si se evalúa lo fuerte solamente y dejamos atrás al resto entonces ¿Qué hacemos con los discapacitados, con los ancianos, los niños...? Pero hay más ¿Qué hacemos con los menos afortunados en inteligencia?

Toda opinión tiene valor:
A ese grupo de personas poco exitosas a la que todos prestamos poca atención por sus escasos argumentos y que se apoyan en sus intuiciones para casi todo, recuerdo que aprendí que hay que escucharlos a todos. Lo aprendí de Alfonso y fue en DXC. Había un compañero que le llamaban Simplicius una persona simple sin malicia, que creía todo fuera de quien fuera y partiese de donde partiese. Un día Simplicius hablaba y hablaba y Alfonso escuchaba atentamente. Le pregunté extrañado ¿Alfonso que haces? me contestó: Antonio hay que escuchar, hay que escuchar a todo el mundo porque cuando menos lo esperes te hará planteamientos que jamás se te habrían ocurrido.

Alfonso entre dientes y con ironía dijo “yo era más joven”, pero desde ese momento nunca más he desdeñado o infravalorado conversaciones de nadie, e incluso he aumentado mi atención para entender sus criterios y el resultado ha sido positivo, ha sido cierto, hay que ser más humildes además de respetuosos.

Podemos:
No se olvidó Rafael de Podemos, no recuerdo si le preguntó Luis o se pronunció al respecto, de todas maneras ya no sorprendió a nadie con una exclamación escueta ¡Es más de lo mismo!. 

El mundo de Rafael es una suerte, todo está analizado, clasificado y determinado, sin ninguna duda. Para mí lo quiero, que creo que en todas las verdades existe un resquicio por donde pueden vaciarse. Al final me quedo con esa verdad temporal mientras no sea mejorada.



Bizcocho industrial:
En esta ocasión no hubo postre de Luis, pero no faltó porque Gabriel y Alfonso también se acordaron de comprar un buen bizcocho con su principal ingrediente: muchos huecos de aire.




El invitado novato:
Creo que lo más positivo, además de todo lo anterior, que nos transmitió Rafael fue la siguiente anécdota de la que adelanto su moraleja. “En las reuniones de empresas en las que el director general te invite a comentar tus puntos de vista críticos, ni se te ocurra hablar.”

Y eso fue lo que le pasó a Rafael de novato y recién llegado a DXC, no pudiendo ir (imagino que fuese una escusa) el empleado veterano a la comida de trabajo que organizaba el director general le encomiendan a Rafael que lo sustituya… ¿Pero que he de hacer? Nada, nada lo que vaya surgiendo…

Para Rafael, como para cualquier técnico de la época DXC era una empresa ejemplar y moderna, pero para empezar llegó tarde ¿Y donde le fue a tocar sentarse? Sí allí donde todo el mundo evitó hacerlo… frente por frente al director general. Éste soltó el rollo del bueno y exitoso resultado e invitó a los presentes a participar con propuestas de mejora. Rafael tenía varias de tipo organizativo que harían, aplicándolas, mejorar las operaciones y aumentar los resultados económicos y pidió la palabra… No duró mucho hablando porque cuando el director general detectó de lo que trataba lo cortó en seco en medio de su propuesta. ¡Está bien, callese!.

Historias en la hora del café:
Si con el postre la cosa mejoraba, en el café se hizo relajada. Rafael se interesó por la experiencia de Alfonso en DXC y Alfonso comentó que su primer trabajo para DXC (una empresa donde la edificación era una actividad inexistente cuando él entró) consistía en realizar un inventario de toda la maquinaria de la empresa, ¡TODA!. Recuerda legajos y legajos donde quedó recogida y clasificada, después hubo de desarrollar los manuales de mantenimiento de cada una de ellas, un trabajo improbó... y finalmente, ya  conocidas todas las máquinas ¿Por qué no inventar alguna? Y le tocó a Alfonso diseñar máquinas en la línea de la primera robótica a base de sistemas hidráulicos.

Frustración:
Así terminaba la tarde cuando Enrique dijo que estaba un poco frustrado porque la conversación no llegó nunca a calentarse, había sido una tarde fría y monocorde en el coloquio por lo que las expectativas que había comentado a Rafa respecto al calor de opiniones encontradas no se cumplieron. Lo achacó a que  Alberto, Emiliano ni Pedro estaban, aún así estimaba que yo tendría que haber sido más contundente en tono…

En efecto, fue así, la tertulia estuvo excesivamente comedida, pero sobre todo educada y respetuosa con el invitado, como no podía ser de otra manera, también porque sencillamente era una situación absolutamente reconocible, ha sido un clásico, con planteamientos que encajaban unos con otros conforme a un perfil típico neoliberal muy del momento.

Bienvenida:
En cualquier caso es bien venido y está claro que queda mucho que hablar, y a mí concretamente mucho que aprender del vivo y en directo de esta filosofía o manera de entender la vida, vida que espero no sólo sea la de una única persona sino la vida de todos, digo esto en contraposición a lo dicho por la lideresa del Neoliberalismo Margaret Hilda Thatcher: “No existe la sociedad, existe el individuo”.

Antonio