viernes, 18 de mayo de 2012

Música de guitarras en la vega del Guadalquivir, 4 de mayo de 2012



La peña “Alto de la fuente” tiene nombre de un sueño, de un cuento de tiempos atrás en una geografía local, con arboledas, cuestas y sucesos sencillos y naturales que eran capaces de identificar las zonas y las calles... Imagino esa calle de Gelves que llevaba hacia la fuente de la cornisa del Aljarafe y a las  mozas con mandil, habituales responsables del suministro del agua, que subían y bajaban con cántaros, botijos de barro de Lebrija y cántaras sobre las caderas o las cabezas. Las fuentes, lugar de encuentro de mujeres, de intercambio de penurias y de chismes, y por tanto de paso “casual” de zagales...

Cuantas calles y vereas del mundo se nombran bajo un sentimiento, sobre una imagen de cuadro. La fuente del oso (Cazorla), Las lumbreras (Alcalá-Torreblanca), el Callejón del agua de Sevilla, tantas y tantas... Esas calles nunca cambiarán sus nombres a lo largo de la historia porque son la Historia.


Emiliano, nos había invitado al primerlunes a escuchar guitarras clásica y flamenca e incluso un mestizaje. La Peña había conseguido el teatro municipal de Gelves y en él Emiliano presento y agradeció cortésmente a todos los implicados para que se llevase a cabo el acto, y sobre las cabezas de los asistentes circulaban pensamientos que le agradecían a Emiliano que se llevase a cabo dicho acto, porque, todos saben que Emiliano no canta ni toca la guitarra, pero detrás de los que cantan y tocan está su empuje y sus iniciativas que no dejan de ser apoyos desinteresados, como los de un enamorado (como lo es del Flamenco), a esa gente sencilla de la peña, a Manolín el de la cintura algo quebrada, al despierto Juan Miguel “el guitarrero” y al  resto de componentes de una peña con un nombre de cuento.

Especialmente lo agradeció a los protagonistas, que actuaban sin ánimo de lucro, a Miguel Aragón, en la guitarra flamenca, oriundo de Brasil y a fecha de hoy andaluz y a Martín Madrigal, en la clásica, de origen mejicano y a fecha de hoy hombre del mundo con gran parte de su corazón en nuestra tierra, ambos presentes y participantes por, más allá de su actividad musical, la  amistad con Emiliano, de la que ya habíamos escuchado hablar.

Nos encontramos varios del primerlunes, también con María (componente de primer orden) que asistió con su Miguel –nuestro también-, y con la noticia de que Alfonso quedó malparado de un golpetazo con la burrita-roja, tal y como El Quijote en Sierra Morena, y abandonado por un mal lacayo, que no ciudadano. De no ser así, allí estaría con nos.


El escenario oscuro, como la nada, estaba preparado para que cualquier persona, objeto o utensilio tuviese valor propio, destacase y concentrara la atención en la línea de aquel “teatro pobre” de Grotowski, en él dos sillas de eneas pintadas de verde y flores de colores, al más pintoresco y costumbrista modo andaluz, dos vasos de barro al suelo en la derecha del escenario y cuatro fuentes o saltos de agua conseguidos con telas blancas que caían desde los focos y entre las que la luz se descolgaba como el agua, no sé si la Fuente del alto tenía cuatro caños, pero quede como imagen simbólica relacionada,  porque cada uno ve lo que quiere ver.

No disponía del programa, que después cogí a la salida, con donación por supuesto incluida, que era el único importe para apoyo a la Peña, por ello no tenía ni idea de lo que me encontraría, ni orden de las actuaciones.


Comenzó Miguel que se apoyó y acopló a la guitarra como los flamencos con el tobillo de una pierna sobre la rodilla de la otra y en el hueco el cuerpo de la guitarra; postura lista para la improvisación porque el flamenco puede surgir en cualquier lugar. Calentó, rasgó, templó y comenzó con una Rondeña muy sentimental y armoniosa, continuó con otra pieza bastante más alegre, enérgica y desbordante, la tercera compleja técnicamente, pareció terminar por verdiales... todas ellas entre un silencio absoluto, los acordes y farsetas nos envolvieron en las tres ocasiones, y terminó con unas Bulerías propias con cuya alegría remató su parte con un público entusiasmado, Miguel consiguió que su música transformara los  sentimientos de los asistentes desde la seriedad a la alegría.


Martín Madrigal, portaba el paño para el sudor, pero se volvió por el banquito, en el que apoyó la pierna izquierda y abrazó la guitarra, envolviéndola plenamente, en la postura clásica para estar con ella horas... No quiso dejar de decir que la guitarra que llevaba había nacido "aquí" en Gelves de las manos del "guitarrero" el artesano Juan Miguel. Como no conocía el repertorio las dos primeras piezas me hicieran recordar con gozo, no sabía porque, a las canciones chilenas de Víctor Jara, Violeta Parra o la de aquellos argentinos como el cuarteto Cedrón (colegas sudamericanos en general) de mediados los  60 y década de los 70 de cuya música se  emborrachó toda mi generación, emulando desde al viejo Atahualpa Yupanqui hasta el desafortunado Facundo Cabral. Después me enteraría que eran piezas Rioplatenses. Martín Madrigal sabrá perdonarme, porque en la distancia geográfica la lejanía une en un solo punto elementos distantes, y en la distancia de los años las notas y canciones se mezclan igualmente.

Con ellas ya me dejó “tocado”, para embriagarme seguidamente en la suavidad, dulzura y levedad de “Agua e vino” y reaccionar con la cuarta con una especie de estribillo de sonidos girando en espiral con paradas de caminos en línea recta y vuelta a las espirales, ¿Una danza?.

Lo cierto es que el público mostró agradecimiento con palmas y gritos de ¡Bravo! Que también habían concedido a Miguel en su actuación.


El dúo, para Asturias ¡asombroso!, porque Asturias es un valor seguro para solistas, pero el dúo aportó la conjunción de sonidos de distinto origen en una única proyección hacia el público, que lo captó como síntesis de dos mundos solo aparentemente diferentes. Quizás Asturias pueda ser una pieza que especialmente lo permita... de cualquier manera un magnífico regalo.

Como el público no tenía muchas ganas de irse pidió otro regalo y cayó “el tango” reconocible desde sus primeros toques, pero ¿Por qué un tango? Probablemente por su propia naturaleza de mestizaje, para este acto igualmente un tanto mestizo.

En la Peña nos juntamos para comentar las emociones, al tiempo de conocerla, pequeña y suficiente en habitáculo pero grandioso el patio junta a la muralla de almenas piramidales de lo que fue un viejo castillo de Gelves. Miguel y Pedro me presentaron ante Martín Madrigal como el de las crónicas, en el breve saludo comprobé que Martín es lo que muestra: sencillez y serenidad.

Buen rato seguimos haciendo lo que tanto nos gusta, charlar unos con otros, nos acompañaron amigos de Planho: Miguel, Luis y también estuvo mi hermano Enrique y Maritina, su poetisa esposa, mi amigo Rafael Polo,  ahora vecino de Gelves, 15emero y con magníficos artículos en el blog de su nombre polobrazo.blogspot.com.es. Entre tantas cosas María me comentó que le gustó mucho la entrada de Facundo Cabral, porque también había percibido en las piezas de Martín lo que yo, y comentaba que espera las entradas y  crónicas con interés.

Hablamos de la Duquesa de Alba como propietaria de gran parte de la Ínsula de Gelves, de la Peña y del magnífico Teatro Municipal, que ojala fuese aprovechado con gran frecuencia de actividades. Aunque la noche era magnífica y tentadora, la dejé para los flamencos y acompañantes.

Muchísimas Gracias a la Peña Flamenca Alto de la Fuente, a Miguel Aragón a Martín Madrigal y a Emiliano.

Antonio, en nombre de Elprimerlunes

POSDATA:
A estas alturas puedo contaros que a veces, cuando me siento ante el ordenador conecto con la web de Martín Madrigal y dejo que suene la música que le tiene puesta, hacedlo y comprobad porqué mi primera impresión no iba muy descaminada... serenidad.

http://www.martinmadrigal.com/#!__espanol



miércoles, 16 de mayo de 2012

De Zacapa a Copán

http://www.flickr.com/photos/65593079@N07/sets/72157629741187503/


Zacapa se encuentra en la zona oriental de Guatemala. Allí estábamos a las ocho de la mañana del pasado martes dia 8 de mayo, Juanjo Mercader, Ana María Silva, Mariano Guzmán, su marido y "el que suscribe" para una reunión preliminar sobre el proyecto del Nuevo Hospital de la Región Oriental de Guatemala.

Tras la reunión con los representantes de “la propiedad”, el Instituto Gualtemalteco de Seguridad Social y visita solar, en la actualidad ocupado pon un circo, los del circo tienen claro que eso de las inversiones públicas van para largo, Mariano nos propuso ir a visitar las Ruinas de Copán. Obviamente era una oportunidad magnífica. En el mapa, Copán aparece cerca de Zacapa, aunque pertenezca a Honduras, pero entre las vueltas que da la carretera, el estado del firme, las colas por reparaciones y derrumbes y todo hay que decirlo, alguna equivocación de Mariano en la elección de la ruta, el viaje fue "algo pesado", "pensionoso" dice mi amigo Pedro que llaman en su pueblo a esta situación entre la molestia y el fastidio, entre el inconveniente y la incomodidad.