martes, 1 de marzo de 2016

Encuentro 8 de febrero de 2016


No está mal del todo el tiempo, pero el sol se deja mirar. El SOL como gran dios al que no se le puede mirar directamente a los ojos, está filtrado por nubes que aplacan su luz y más bien parece una luna llena. Sigue sin haber sombras y los blancos-cal de la Maestranza aparecen como grises, de tal manera que el alegre contraste entre blanco y ocre se entristece… el blanco de la cal requiere sol, sin él las paredes encaladas, las calles y “los pueblos blancos” son otra cosa.

Digamos que ese juego último de imágenes para el encuentro, de una de cal y otra de arena, es a veces injusto con los platos, como por ejemplo en este caso en el que entre el éxtasis alcanzado con los caparrones y la locura extrema de este país que, ahora, en fechas de carnaval, se ceba contra unos titiriteros medievales. Elegimos la imagen grotesca y ridícula del peligroso "teatrillo cerrado por la censura".

Entrantes:
De éxito repetido e incuestionable goza el siguiente entrante que empareja dos productos, el pepino y la cebolla que se complementan muy bien ayudados por el aglutinante del aceite de oliva el vinagre y la sal. Si bien la imagen no es la más adecuada, el reportero Gabriel promete que la siguiente será mucho mejor.

Ya con los entrantes ligeros se entró a comentar la falta de acuerdos de los partidos para lograr, no un gobierno, si acaso, una investidura. Ningún analista político se atreve a pronunciarse sobre el resultado, sólo uno desde el principio se ha atrevido, más tarde y ya a pocas fechas otra también lo ha hecho, pero el resto a lo más lejos que llegan es a relacionar las alternativas posibles, inclinándose por varias posibilidades, pero sin definirse. ¿Por qué, esa incertidumbre? Porque las ciencias sociales no son exactas, como tampoco lo es la Economía por más que se empeñen los Poderes Económicos en que lo sea. Y ese empeño estratégico e interesado, es vital para ellos porque necesitan imperiosamente, a falta de una ley divina y su transferencia a humanos reyes y reinas (de lo que algo queda en nuestra España), hay que buscar leyes cercanas a las ciencias exactas, para así a través de ellas y de los números y fórmulas ‘ad hoc’ nos obliguen, con el falso respaldo de la ciencia económica, a la Austeridad y a los Recortes económicos y de paso a los sociales, encajonando a la gente en el fatalismo antes divino y ahora científico, de eso es lo que dios quiere y esa la única alternativa. Los números y fórmulas de los economistas, son sucedáneos de las Matemáticas, y a la vista está que las que utilizan los economistas sólo favorecen a dichos poderes.

Otros entrantes formaron parte de la fase primera de este encuentro con un factor común: “la frescura”, el segundo entrante suave y de cuerpo parecido a los pepinos es el de los calabacines aliñados y espolvoreados de pimienta negra, especia poco valorada que en un momento de la historia se convirtió en el petróleo de la época, no sólo por su aportación a la salud sino por ese toque picante y exótico que les da a los platos.
El tercero más que entrante era acompañante del plato fuerte, pero que ya fue “tocado” antes de tiempo, éste fue el de los rábanos con guindillas verdes picantes, un ataque a la lengua y rincones de la boca justo para saborear junto a los rábanos los caparrones. También tenían en común todos ellos “dos colores”: el verde y el blanco, sin querer al destacarlos que algo tuviesen que ver con un guiño nacionalista a este mes de febrero bisiesto en el que el 28F no sería el último día del mes, para muchos de nosotros el 28F es una fiesta al trámite, porque la que realmente añoramos, nos ilusiona y conmueve es la del 4 de diciembre. 

Alguno comentó que como no estaba Alberto hasta ese momento, pese a intercambios sobre los líos de legislatura, no hubo altercados políticos verbales, pero no es cierto, en absoluto, que Alberto sea la causa de que los haya, Alberto aporta matices necesarios a las interpretaciones políticas tan necesarios como la pimienta negra o la guindilla verde a los platos. La causa real es nuestro País, y su sistema neoliberal desregulado que ha conseguido un perfecto combinado y entrelazado de instituciones y formas que se protegen y sustentan unos a otros de espalda a la sociedad, como: la economía, el mercado, bancos, leyes, las organizaciones internas de los partidos y sindicatos, el modelo de representatividad y la forma de elegirse, la fiscalidad, las relaciones laborales, el patriarcado, sistema electoral, etc. que han permitido y facilitado mafias y tramas de tal calibre que hasta en el círculo menos escéptico, el más creyente del comportamiento de los partidos gobernantes, ha habido voces. Si bien muchos partidos están manchados, en este caso y a estas fechas el partido en el Gobierno ha superado cualquier límite imaginable.

Caparrones:
Llegado el momento de pasar a la mesa, Alfonso, que está en todo, preguntó ¿Cómo queréis la pringá, en el plato con los caparrones o en plato aparte, como un segundo? La mayoría acostumbra a apartar la pringá y disfrutarla como un segundo plato y así se hizo. Inmediatamente pasamos a la mesa, a la que portamos el resto de entrantes y el plato acompañante, en procesión tras la gran cazuela de barro dejando la pringa a la espera de terminar con esas alubias de color rojo y forma esférica que se consumen especialmente en La Rioja, Asturias y Burgos.

Los caparrones es un plato potente, completo de hidratos, proteínas y grasas que recuerda a la olla podrida (recordemos que lo de podrida, es una desviación de poderida o poderosa) y a otros cocidos. El cocido de caparrones es propio para los inviernos duros o suaves, porque te da la vida, es viejo en el tiempo… se tiene conocimiento que en la Edad Media ya se disfrutaba, como hoy lo disfrutaremos nosotros.

Se hizo el silencio, que únicamente se da en casos como este, en el que los presentes se centran en el plato y en sus sabores como en un acto místico, respecto al acompañamiento de guindillas y rábanos, algunos comentaron que también en platos parecidos utilizaban la cebolla fresca, los cebollinos e incluso tiras de pimiento verde, también comentamos que algunos echábamos una cucharada de vinagre al plato, pero eso será en la siguiente ocasión, de momento tal y como está, como está… Evidentemente la cazuela quedó vacía.


La Pringá:
En efecto ¡Sorprendente! Ese fue el impacto de todos, porque la pringá fue cuidadosamente oculta hasta no aparecer en la mesa, como se puede apreciar organizada y separada por tipos de chacinas y carnes, dispuestas para su selección al gusto del comensal.

La pena, la gran pena, es que los que repetimos caparrones, tendríamos que hacer el esfuerzo del racionamiento y se hizo lo que se pudo.

Fue cuando la pringá terminaba cuando se volvió a hacer reflexiones posibles sobre el resultado final del gobierno que viene o de las elecciones que vienen, pero lo ya comentado sobre la corrupción en el PP, también por extensión del resto de partidos u otras organizaciones que tocan poder, o más directamente “dinero”, se abrió debate que se centró mucho entre dos posiciones: Uno que hacía hincapié en la necesidad del cambio urgente, apartar al PP por encima de todo, aunque fuese una demanda cortoplacista e importando relativamente menos lo que siguiese, que se daba por hecho que peor era imposible y otro incrédulo de que fuese suficiente, hacer una España diferente, con dicho cambio en el que aparecieran las nuevas fuerzas políticas, esta posición se argumentaba desde la postura de que así son las cosas y así continuarán hasta el fin de los tiempos, esté quien esté: ¡da igual!.

Evidentemente cuando se enfrentan dos situaciones tan distantes la controversia está garantizada y los “altercados políticos verbales” que se echaban de menos al principio, aunque Alberto no estaba presente surgieron duros y crudos como lo es nuestra situación política.

Había una tercera posición, cercana a la primera expuesta, pero que matizaba que el cambio para quitar las corruptelas continuadas y ‘mamandurrias’ del PP (que Aguirre curiosamente achacaba a otras fuerzas y personas) no era suficiente. No lo era porque no era menos importante el día después… O sea, hecho el cambio ¿Ahora qué?. No obstante esta opción se expuso con ciertas dificultades, porque las posiciones apostaron fuerte, el asunto llegó al acontecimiento más reciente de hacía sólo dos días en el que la ley Mordaza, sacada adelante sólo por el PP, se aplicó con rotundidad contra unos titiriteros cuya compañía “Títeres desde abajo” fue contratada por el Ayuntamiento de Madrid para los carnavales y ahí se complicó aún más el debate.

Lo curioso del mismo es que todo lo que se trataba sobre el caso era, cómo no, lo leído en los medios tendenciosos y lo visto en una TV más tendenciosa aún, tan fuerte es este cuarto poder que hasta lo más cercanos al caso dudaron y condenaron, sólo los previsibles respondieron sin duda alguna, fuese lo que fuese lo dicho, desde un pequeño remedo de escenario con muñecos y cuerdas, era una expresión cultural que de ninguna manera podría ser motivo de decisión de cárcel inmediata. Ada Colau, Alberto garzón y Pablo Iglesias no dudaron, como también lo hizo rotundo e inmediato el actor Juan Diego Botos y otros del gremio.

Por fortuna a través de las redes encontré el texto de la obra y el desarrollo de la misma que expliqué a los colegas, quedando todos perplejos de la realidad y lo expuestos en los medios. El esperpento estaba en la oficialidad.

Así es nuestro momento histórico la crisis no sólo es económica sino también se infiltra en las medios de comunicación o mejor dicho de desinformación organizada, en la moral, etc.

En cualquier caso el suceso ha tenido más importancia de lo que parece a primera vista, en cuanto a las inesperadas dudas iniciales de políticos de la vieja clase y de la nueva con declaraciones igualmente inesperadas, nos lo explica muy bien Victor Alonso en su artículo "Quién hablará por nosotros cuando estemos presos".

Postres:
Como de costumbre las aguas volvieron a su cauce se tornaron calmas y los postres ayudaron a ello, porque las natillas con panecillos de bizcocho o soletillas que trajo Luis, nuestro experto en postres, endulzaron los paladares y el ánimo, después de las mismas resultaron muy a propósito las rodajas de naranja regadas de ron y espolvoreadas de canela.

Con el cafe, aún nos dio tiempo para que Emiliano nos pusiese al día de las últimas actividades de la Peña Flamenca de  Gelves “Alto de la Fuente” y escuchar a través de su móvil algunos cantes de los últimos artistas incorporados al flamenco, más interesante y sorprendente aún resultó el espectáculo que tenía programado la peña para el próximo día 19 en el que participaría un grupo de japoneses en el cante y en el baile.   

Entre las copas recordamos al Turronero y sus vivencias sudamericanas, sus cantes viejos de los que recordé aquellos versos de "Mi prima la escardaora, la carita se la tapa como si fuera una mora" o aquello de "Toca a rebato en los campanales...", al Nano que recientemente estuvo en Arte Vivo, con algunas gitanas y gitanos de Jeréz y algún pallo en el grupo. Del mismo, nos llamó la atención a Alfonso y a mí el ritmo de una de ellas aún pasada de peso, pero con una armonía de movimientos que ya quisieran algunas y algunos.

He de confesar que el flamenco, la copla y el cante jondo emocionan, con lo que ello implica de interioridad y sentimiento, en mi caso siento que este cante y baile me llegan hasta profundidades desconocidas para seguidamente volver a la piel. Si el recuerdo visual y sonoro me alcanza hasta muy niño, cuando mi madre canturreaba la copla y mi padre cantaba las medias granainas o el cante de las minas, imagino además que más lejano aún también las escucharía en la inconsciencia de meses o días… También recuerdo en mi infancia a mi hierático tío José G. Toribio que llegaba a cantar a capela fandangos, tientos y algunos otros palos, sólo en raras ocasiones como en las familiares noches navideñas de aquellas épocas de penurias, quejíos de tristeza y rabia acompañados de la luz del carburo que apoyado en el suelo alargaba sombras tenebrosas en movimiento que escalaban las paredes hacia el techo de troncos, tablas y tejas. Estas escenas de madrugada casi en blanco y negro, de fiesta y agobio supongo que algo tienen que ver con la emoción de nuestro cante.         

Antonio