martes, 12 de junio de 2018

Tertulia Alfonso Macua 4. 7 de mayo de 2018



Me tocó, al final no me libré. Ahora que estoy jubilado tengo más trabajo que nunca, obligaciones mías, trabajo voluntario, trabajo al fin y a la postre.

Mis lagunas mentales son las que han sido siempre, enormes como mi mala memoria.

Satisfecha la advertencia imprescindible para todos aquellos que esperen la hondura de ideas que siempre ha recogido mi querido compañero Antonio, esta puede ser la otra crónica, la que realza la de los otros a fuer de pobre.
Crónica de la comida de la tertulia y almuerzo de los primeros lunes, en el florido y lluvioso, cuando no ventoso, mes de mayo del 2018 de la era cristiana, en su día séptimo.

Un permanente recuerdo a esa ligazón humana llamada Alfonso, aunque hemos de ir superando el complejo de huérfanos morales que se nos ha quedado, retomando la vida donde él nos la dejo dispuesta o como diría el aficionado Antonio, nos lo dejó todo preparado para entrar a matar, cortar las dos orejas y seguir toreando la vida que es un buen morlaco o varios.

Cuando llegué esperaba encontrar a Pedro, el recién ascendido pinche primero a chef y cual no fue mi sorpresa al comprobar que nuestro nuevo chef no estaba y José Antonio y Gabriel, habían tenido que asumir la carga del  acontecer entre los fogones.

Disculpas lógicas hay que aceptar de Pedro que, el día de su investidura, hubo de acontecer que su querida esposa fue citada para ciertos menesteres óseos por la sanidad, no sé si publica o privada, pero sanidad y huesos nos casan con bienestar, así que ahí tenemos al bueno de Pedro asistiendo con toda su capacidad de consuelo a su doliente, en esos y posteriores momentos, esposa.
Hubo en esta ocasión otras dos notables ausencias, la de Emiliano, que sigue haciendo las Américas y la de Miguel que tenía guardia, o algo de similar trascendencia, que le impidió la asistencia a tan importante evento.

Bacalao al pil-pil:



En esta ocasión el plato fuerte del almuerzo era Bacalao al pil pil cocinado por un vasco de los de antes, de esos que se caga en todo con toda la boca, porque tienen el corazón caliente y lleno de callos, que han vivido esas dos Españas de otro modo a como lo vivimos en el sur, su posguerra les ha durado demasiado. Técnica muy depurada la de este casi bilbaíno, no es la primera vez que lo asienta en el barro y lo condimenta con mucha paciencia. Toda una lección para pinches y aficionados cocinillas que le asistíamos en su quehacer entre lomos de bacalao desalado.

Entremeses:

De entremeses o como me gusta denominarlo, un cocinar distendido ahí, en la mesa de preparación, una copa entre ollas y fogones, amigos y cervezas, vinos o vermú's de nuestra tierra.