lunes, 21 de enero de 2019

Tertulia Alfonso Macua-11 (14 ene. 2019)



¡Frío! Está haciendo frío en Sevilla. Afortunadamente entre mínima y máxima hay una  diferencia media de unos 13 grados, de manera que con un cielo limpio y un sol radiante se alcanzan temperaturas de 19 grados o más. Pasa el mediodía y elijo para ir al encuentro la orilla del río por el desangelado Paseo Alcalde Marqués de Contadero. Pensé que el vacío, que nos dejó la desastrosa modificación del último alcalde -el Sr. Zoido- de este paseo, al menos, permitiría tomar el sol. Comprobé que así era, pero… ¡rayos y truenos! no dejó ni un solo banco. Ni en turistas ni en los jubilados solariegos pensó este personaje del PP (¿Popular? ¡Hum! no sé en qué).

LA PAELLA

No cabe duda que el icono de este encuentro debieran ser los calcetines cortos de Emiliano, pero no parece muy adecuado. Y ante el arte de cocinar y presentar de J. Antonio hace que anteponga la ‘estrella de los vientos’ formada por una paella sin igual.

Cuando llegué ya estaban en tarea cuatro de los ocho que participarían en la tertulia sólo que ellos cargaban totalmente con la parte práctica, siempre  fundamental e imprescindible.

Pedro explicó la ausencia de Miguel y también comentamos la de Gabriel, que al fin y al cabo son contratiempos superables y propios de… la edad.

No pasó mucho tiempo cuando llegó Emiliano y al poco de posicionarse en un rincón de la mesa de trabajo, sin quitarse el chaquetón, confesó que había cometido el error de ponerse unos calcetines más cortos que los habituales y que le estaban haciendo pasar  un frío de mil demonios.

Le dije ¡Emiliano! No son los calcetines… Es otra cosa. Emiliano decía que no, e insistió durante toda la tarde que los calcetines eran demasiado cortos y facilitaban que el cuerpo anduviese ‘fresco’.

Hubo un ligero aprendizaje para tirar cerveza porque algunos pudimos completar el vaso, pero sólo con espuma, de manera que nos convertimos en dependientes de J. Antonio. Todo ello hasta que Emiliano le cogió el punto y le dejó la justa, es cuestión de paciencia.