miércoles, 24 de abril de 2013

Encuentro 8 de abril de 2013



Ha sido marzo el mes más lluvioso de los últimos años desde que se tienen datos registrados (dice la prensa), los pantanos están llenos y soltando agua arriando, en muchos casos, esas casas ubicadas donde la ciudad deja de ser ciudad para convertirse en tierra de desheredados y hasta el recibo de la luz ha bajado por la influencia de las hidroeléctricas en las subastas. Aunque todo esto de las subastas sea una pura falacia, no les queda más remedio que aparentar que es un modelo serio y bajan precio. No se lo creen ni ellos que nosotros nos creemos su imparcial ajuste.

De todas maneras acabó el diluvio y la paloma encontró una rama de olivo. El sábado hizo un día espléndido y hoy está bastante mejor, no sé cuanto aguantará el anticiclón de las Azores el ataque de las borrascas del norte, si se va a comportar como el sur ante la Merkel que dios nos coja confesados, pero pese a todo la luz y el color han vuelto y por tanto la vida está más cerca. Vida que ya nos anunciaban desde la semana santa, un año más, resaltando las jóvenes vírgenes sobre los viejos y moribundos cristos, bajo la magia de una luna llena aún con agua.

Llegué a mi hora, pero sólo encontré a Gabriel, Alfonso y Ronaldo, llamé a alguno pero compromisos de última hora desviaron el emplazamiento de elprimerlunes, como dicen: por fuerza mayor.

Alfonso y Gabriel cortaban las fresas en trozos de un mismo tamaño y me incorporé a la tarea, quité a Alfonso y después a Gabriel, ¡el logro del postre será mío! Y, claro, seguí instrucciones: 1.- Lavado, 2.- Azúcar, 3.- Mezclar y finalmente dejar reposar.

Entre cucharas y tenedores corté unas finas rodajas de un chorizo bien veteado que a modo de entrada con tinto o cerveza ya contribuían a mejorar, aún más, el día. ¿Cómo te va la jubila?. ¡Bien, de momento!, respondió Gabi, tengo tareas de “Cocinillas” versión andaluza del anglosajón “Bricolage”, ¡hombre! mejoras de cierta envergadura, que me tienen enganchado.



Guiso de Papas frescas con cebollas pequeñas:
En vista del éxito de asistencia decidimos empezar y entre viajes a la gran mesa Gabriel demanda su aportación sobre los platos, que reconoce bien dirigida por Alfonso, sea como fuere sigo pensando que los platos humildes pueden llegar a ofrecer unos sabores de primera calidad. ¿Que qué le ha puesto Alfonso al caldo, además de unos granos de pimiento negra?. ¡Ah! Eso es ya más difícil de acertar, pero sea lo que fuere la cucharada formada por parte de patata, cebolla y caldo era un bocado exquisito.

Sobró menos de lo que pensábamos, porque me tocó el reparto y conté tres cazos, bien servidos, para cada uno. Aunque Alfonso me cedió algunas papas y acepté sin resistencia.

Pena o Congoja:
Terminábamos las papas cuando comenté que estuve en Portugal el sábado y sentí un sentimiento más fuerte que la pena, esa pena repetida que habitualmente siento por las calles de Sevilla viendo todo tipo de personas pidiendo, que son rumanos dicen, pero también son senegaleses en los semáforos, Lola siempre tiene algo para ellos, soy yo algo más reticente intentando ser racional, pero ni se me ocurre impedirlo, otros  duermen entre cartones en el Barranco, son del Magreb dicen también, pero no, ya no solo son del Magreb, creo que ya son de demasiadas partes, incluso de aquí: En la puerta de la Plaza de Triana una señora de acento cordobés sólo espera, sólo espera hora tras hora… Hoy después de muchas semanas conocemos su “suerte”, su maldita suerte. Pese al número y su cercanía aún les vemos distantes, pero ¡ojo! cada vez menos.

Decía que en Portugal sentí algo más fuerte que la pena y es que la pena es un sentimiento interno una aflicción, es dolor, etc. pero el que vivimos en Portugal fue congoja, o sea angustia, fatiga y desmayo porque quien se acercó a, no a pedir, si no a “vender” cuatro cosas diferentes una camiseta, un bote de crema y no sé qué tiesto más, era un joven que no tendría los 40 años, no sabía cómo hacerlo, la voz apenas se le escuchaba y su mirada la enfocaba más al suelo que a nosotros, debió darle muchas vueltas a la cabeza para echarse a la calle, su ropa era aún nueva, su presencia demasiado normal… de pronto nos dimos cuenta que era de los nuestros, no era de los “otros”, éramos nosotros, era mi hijo o el tuyo. 

No nos dio tiempo a reaccionar porque seguramente captó nuestro desconcierto y se fue, quedamos unos minutos sin mencionar palabra, mirábamos como deambulaba perdido por una pequeña calle comercial sin pararse ante otros…

Nos tomamos un respiro y nos preguntamos ¿Qué mundo estamos dejando que nos hagan?

Añadido (5 de abril de 2013):
Ha pasado casi un mes y acabo, como todos las mañanas de los fines de semana, de desayunarme con el último artículo de El pais (Manuel Rivas los sábados y Manuel Vicent los domíngos) que son los primeros que leo, incluso antes que las primeras páginas. Hoy el mediterraneista Manolo (El otro Manolo es gales o galego) habla del cambio de nuestros pobres. Lo saco a colación para resaltar la sintonía de las gentes desde el Este al Oeste pasando por elprimerlunes, ubicado en el centro-sur. 

Si queréis leerlo lo podéis hacer desde este enlace:
http://elpais.com/elpais/2013/05/04/opinion/1367688733_879175.html 

Carrillada en salsa
Presentó Gabriel la bandeja de carrillada y repartí tres trozos para cada uno, Alfonso se quedó sólo con dos, tampoco sobró mucho. La carrillada es una apuesta segura sobre la ternura de la carne, pero si la salsa es buena nada más hay que hablar, y en este caso lo fue. Dice Gabriel que la hizo él, ¡bueno! Dirigido por Alfonso. Por mi parte ni una queja, todo lo contrario.

Carrillada y buen tinto y ¡Es increíble, el penúltimo caso-anuncio de los ERE!, del exsindicalista conseguidor que abandonó el sindicato por un puesto muchísimo más “productivo”.

La Transición y las corruptelas:
Comentábamos que en nuestro país, con la transición “no se perdieron las buenas costumbres”, cuentan que en los primeros grandes contratos de las empresas con los “recién llegados”, estas ofrecían la comisión de “toda la vida”, los nuevos preguntaban ¿la comisión de qué?, ¡joder! la de toda la vida -le respondían-, esto siempre ha sido así, es más, esto está ya contabilizado. ¡Que no, que no, pero ¿esto de que va? !Pero, tío, me vas a poner en un compromiso, porque ¿Ahora qué hago yo con esta pasta?, como vuelva con ella, a la empresa, mi jefe encima me mete la bronca, ¿Qué hago yo con esto…?.

Cayeron, sí, al final cayeron, al poco cayó uno y después otro, y otro… Así fue toda la vida y así ha seguido siendo. Esto no es fatalismo, es una canallada de la que no sé qué parte es más peligrosa si el que corrompe o el corrompido. En alguna parte he leído que si no puedes hacerte de un país por las armas o por la economía otra alternativa es introducir la corrupción hasta sus entrañas… se caerá solo ¿Quién nos ha ayudado?.

Continuábamos con la tierna carrillada, de la que algo sobró perteneciente a los ausentes, y con el redondo tinto cuando Ronaldo nos habló de  Bolivia, nos cuenta que descubrió la selva virgen, un poco a la fuerza, por razones laborales, quedando después prendado de ella. Igualmente nos contó el gran problema del agua, porque ésta no se depura en gran medida, apoya y entiende las demandas de los nativos en ese rincón de varios países y se pregunta Ronaldo por qué es tan complicado de entender que en los países con petróleo (gas en el caso de Bolivia) no se vea dicha riqueza reflejada en el pueblo llano, pone de ejemplo a Venezuela, pero le recordamos que Arabia Saudita no sería el contraejemplo porque la exuberancia de unos pocos contrasta con los sueldos ridículos que pagan a pakistaníes y otros inmigrantes que les levantan las altas torres y les sirven casi como esclavos.



Fresas con azúcar:
Después de removidas se dejaron descansar las fresas, la presentación quedaba como envueltas de un almíbar que deleitó nuestro paladar.

Permanecimos tiempo sentados entre amenas charlas acompañadas de café y orujo, sin prisas… Ronaldo se retiró por el foro y finalmente con un espíritu recargado de optimismo nos fuimos yendo poco a poco igual que la luz del día.

Antonio



domingo, 7 de abril de 2013

Encuentro 4 de marzo de 2013 (El Grabi)



Llegué tarde, Pedro me dio el toque, pero ya estaban todos cuando llegué. Me perdí los prolegómenos que tienen ese punto de ritual que se repite después de un mes, en este caso el menú no hay que recordarlo porque, aunque era diverso, lo era dentro de un área alimenticia basada en el mar: marisco. Pedro y Alberto pusieron una nota de color con un arroz seco y fluido, y Alberto unas alcachofas rellenas de marisco y unas, recién traídas desde Galicia, pequeñas vieiras (no recuerdo como se llaman, porque tienen nombre propio, pero mi cultura marisquera no es lo que debiera) que vinieron  como anillo al dedo.

El personaje: Gabriel.

A Gabriel se le homenajeaba, hay que decirlo, si bien con el deseo de todos, por un especial interés de Alberto y es que lo de las tertulias hace amigos, unos más que otros, pero nunca hace enemigos. La conversación, la confrontación de ideas, hace amigos en la discrepancia y en la afinidad. Y digo yo, si la gente normal es capaz de convivir incluso en la diferencia, ¿por qué es tan difícil y tan costosa la convivencia con nuestras propias instituciones, que al fin y al cabo las ponemos y pagamos nosotros?.  Algo no funciona.

El Grabi se jubiló, definitivamente lo hizo. Se supone que le empujaron a hacerlo, le tramitaron los papeles a traición, porque si no hubiese seguido. Gabriel es de la generación que empezó pronto y termina tarde (a trabajar, me refiero), es de la generación contraria al “ni-ni”, que sería la del “si-si” (no la emperatriz, evidentemente), o sea la del “Sí trabajo y Sí estudio”, es más, la segunda tarea no estaba muy extendida ya que parte de esa generación “si-si” pertenecía a una modalidad como la que sigue: “Sí trabajo y Sí trabajo”, o sea que para sacar al conjunto familiar palante había que trabajar todo el día y parte de la noche.

Gabriel está cansado, pese a que él se resista a asumirlo, aunque se resista a cerrar la etapa sin retorno, con lo que todo ello conlleva. Y lo entiendo, sobre todo en lo del cansancio, porque por mi parte siempre digo que mi cansancio no es sólo mío, es una herencia que viene de lejos de generaciones anteriores de muchos Sánchez atrás. No sé si los Tomillos tuvieron una casa blasonada y un abuelo que ganara una batalla (como decía León Felipe), pero entre la rama Sánchez de la que vengo, estoy seguro que no, al menos, mi cansancio ancestral no sería tan real.

La prueba de que está cansado la dejamos para el final, en una imagen, como un homenaje… Dice Gabriel que cuando se quede “colgado” entre las palabras que cruzan las mesas, entre las copas y las tapas, que no os sintáis ofendidos, sino todo lo contrario porque dice: “solo me “cuelgo” cuando me relajo, cuando descanso, cuando recupero mi persona, mi yo, cuando me siento a_g_u_s_t_o”. Así, Gabriel nos transmite el perenne esfuerzo de toda su vida desde que vió la luz serrana de Nerva que olía a pinos, a mar y a minerales. A veces me habló de sus antecesores mineros y hace unos años con su singular ironía, perenne como su cansancio, también lo hizo sobre “los puestos de trabajo del vertedero”.

Cómo no recordar de Gabriel, a lo largo de su vida laboral, sindical y política: su honradez, su lealtad, su pulcritud técnica, el respeto a sus compañeros y su valentía en la lucha sindical y política, un comportamiento que le ha supuesto, más de una vez, por decisión propia, elegir el paro antes que la corrupción.

Tuvimos la suerte Alfonso y yo de estar juntos con Gabriel en la pelea desigual ante la multinacional Dragados y Construcciones, y logramos cosas increíbles para las fechas en la que peleábamos, pero el coste de esas victorias las pagan algunos de los causantes y los tres terminamos en la puta calle, todos casados con hijos y más tiraos que un perro, ¡celebrémoslo!.

Marisco y vino blanco:
Andaban picando aquí y allá y tuve que emplearme a fondo, porque “esta gente” le había metido mano a la primera tanda y coger al pelotón solo, ya sabéis que supone un gran esfuerzo.

El menú se componía de: Gamba blanca, Cigalas, Langostinos, Coquinas, vieira pequeña, cogollos de alcachofa rellena de marisco y arroz. Esta vez solo vino blanco y más blanco.

 

¿Qué elegir?. Pues de todo, porque la gamba blanca, paisana de Gabriel, es un ejemplar exquisito, así como la pequeña y humilde coquina con vino, aceite y perejil que es un manjar ante mucha almeja de carril, la cigala con su cola jugosa y el langostino carnoso… y sobró, manda güevos, y sobró. Pero como los insaciables son como son, pues si se les cambia el tercio hacia la salsa de los cogollos de alcachofas, a la pequeña vieira rellena y al arroz seco y fluido, pues siguen y siguen…

La Charla: 
Se habló de todo, pero recuerdo, después de un mes, porque no he tenido tiempo ni de rascarme, que hubo dos cosas que marcaron este encuentro, ya sabéis que cada uno trata un asunto con especial énfasis, pese a la monótona crónica, que al fin y al cabo es de todos.

Los vascos:
Lo más destacable fue entrar en detalle de lo atractivo y complejo de los apellidos vascos, pero sacarlos a la palestra es como vulnerar la privacidad de sus propietarios, pero dejamos constancia con esta mención y resaltando que esa mezcla de consonantes suena especialmente extraña hasta incluso a sus vecinos más inmediatos. Sobre la lengua vasca, las últimas noticias de un investigador, es que el vasco tiene “una lengua de  origen” y es el dogón una lengua que se habla en Mali desde tiempo inmemorial. Sí Mali, ese país africano de la reciente “guerra preventiva” en la que los franceses no dudaron entrar de lleno en horas, os dejo enlace para que podáis comprobarlo, espero que Arzallus no le ponga peros.


La historia del país vasco, tiene un gran atractivo, por su peculiaridad de pueblo no romanizado, misterioso por su ubicación montañosa intrincada y trabajosa. También hablamos de los segundones y de todo un modelo económico para la persistencia y conservación de la unidad productiva agropecuaria (El caserío), por encima de los sentimientos y la equidad de reparto fraternal de la herencia.

El movimiento social de movimientos:
La otra conversación versó sobre un nuevo movimiento social con pretensiones de unificar los movimientos sociales existentes y de buscar un acuerdo de mínimos para  proponer una plataforma electoral fuera del arco parlamentario actual.

En los últimos tiempos, desastrosos tiempos, siempre abrimos debate entre los platos sobre sorpresas de las medidas económicas, laborales y políticas que se toman y también de las que inexplicablemente no se toman, del mismo modo se hace sobre la corrupción política para financiar a los partidos, también de la empresarial y financiera y de sus trapicheos de maletines de unos y la presencia en los paraísos fiscales de los otros, así como de los desencuentros en la justicia en la que se enfrentan jueces o jueces y fiscales para ayudar a inculpados, justificándolos o para inculparlos y perseguirlos.

Pero esta noticia, ajena en los medios, llamó la atención a los asistentes y se interesaron seriamente por ella, y es porque hay una demanda social fuerte por algo parecido, pero creo que  será complicado que cuaje por la propia idiosincrasia de la izquierda tan libre e independiente, tanto en grupo-formaciones como miembro a miembro. Que se constituya una movida como esta es una tarea complicada. Lo cierto es que más de uno pidió fecha y hora de la próxima reunión, ya veremos.

El día 13, nueve días más tarde de este encuentro, apareció una noticia sobre el tema, creo que la única, que se puede leer aquí…

http://www.eldiario.es/andalucia/Ciudadanos-movimientos-Sevilla-presentarse-elecciones_0_110589721.html#

Lo que os puedo adelantar es que los que aparecen como participantes en el artículo no son todos, pero que por este tipo de movimientos anda la cosa con la consabida necesidad de que se asiente en las bases: barrios, fábricas, universidades y vecindarios  

En ello estábamos cuando aparecieron dos platos más:




Y lo que decía, seguimos comiendo, si bien es cierto que fue una grata sorpresa probar sobre la mediana concha de santiago la preparación que Alberto había producido, más una vez agradecida Alberto aclaró que practicamente no había hecho nada porque las envían así, igualmente nos comentó de los cogollos y nos invitó a repetir sin que hubiése rechazo.

Evidentemente entre lo comido y hablado alguien se fue sintiendo agusto, detrás, con traviesa mirada observa Alfonso. Lo prometido es deuda...


Fue un instante, pero así quedó, el café le vino, mejor dicho nos vino, bien, y la copa la tomamos fuera, allí cerca del postigo, por la calle Arfe entre callejuelas mojadas.

Antonio