sábado, 21 de julio de 2012

Juan Belmonte, La Roja y la Crisis


Parecerá una frivolidad que mientras el edificio España se derrumba, la mente se entretenga en comparaciones más o menos intuitivas y personales sobre los toros y el futbol. Pero lo podemos justificar con varios argumentos, por ejemplo: el más simple, que era una idea medio hecha y para que dejarla, y por otra parte, la más importante, es que las similitudes nos muestran un camino a seguir ante todas los ataques que nos depara la vida. No es trivial el que sufrimos ahora.


                                                                Joselito y Belmonte

El 1 de julio de 2012 ganaba La Roja el campeonato de fútbol europeo frente a Italia (4-0), marcando un hito en el fútbol mundial al ganar tres títulos consecutivos: la Eurocopa del 2008, el Mundial de 2010 y de nuevo la Eurocopa de 2012.



La España futbolera se subió a lo más alto, mientras la España política caía a lo más bajo, al tiempo leía el libro de preferencia de ese momento -entre el maremágnum de artículos diarios: aclaratorios unos y los más que juegan al despiste-. Libro, que mi amigo Pedro me regaló en el encuentro del 9 de abril. El darle prioridad era para mantener, en paralelo, el disfrute del toreo en dos dimensiones: mezclando las reales imágenes de la plaza, con las imágenes virtuales de la mente, como fruto de la transformación a imagen de los textos que enviaba  Manuel Chaves Nogales, sobre Juan Belmonte, matador de toros: su vida y sus hazañas.

La temporada taurina en Sevilla empezó el 8 de abril “Domingo de Resurrección”, en la crónica del día 9 (lunes siguiente) se dejó dicho algo al respecto, y terminó el 7 de junio con una novillada en el día de “El Corpus”. La crisis hace estragos hasta en el mundo del toro “Una NOVILLADA el día de EL CORPUS en SEVILLA” sencillamente increíble, inaudito. Los “sevillanos” desconcertados porque su fiesta caía tan abajo como la política lo ha hecho en su democracia representativa, y la economía estatal que rescata bancos al tiempo que recorta la sanidad, etc..., Claro que el empresario sea del textil, de la industria o del toro hace sus cuentas para nunca perder y Canorea mantuvo precios, redujo la calidad del cartel y el número de corridas. Pero lo de “El Corpus”, por dios, por dios, eso ha sido “demasiao”.  

¡Bueno! Al lío. Que sí, que ya os estaréis preguntando o quizás afirmando, con el anticiclón de las Azores y los más de 40º le ha dao un chungo al Antonio. ¿Qué tendrá que ver La Roja con Belmonte?.

Pues para empezar, así desde lo simple y a bocajarro que todos son españoles bajitos, ¿Y ya está? No hombre, aunque no es poco la genética que no sólo afecta a lo físico sino que también lo hace al “coco”. Hay algo más, al menos, lo que a mí me ha parecido ver en una visión, obviamente, nada científica.

                   La imagen es de J.Belmonte de novillero, pintado por Julio Romero de Torres.


Leyendo sobre Belmonte, denoto las características que de él y de su toreo resalta Manuel Chaves. Juan Belmonte era un individuo frágil y débil físicamente, en las correrías con sus amigotes, era más o menos de los que decían “no correr que es peor” porque siempre se quedaba el último y pagaba por todos.

Por tanto, Juan Belmonte, pensaba que los esfuerzos físicos eran para otros, en esto coincidía con otro español, andaluz como él, con el Juan de Mairena de Machado que decía que el deporte era un invento inglés que aplicaron cuando dejaron de hacer guerras. Hay aún más, la fragilidad “física” es una característica en nuestro personaje más universal: El Quijote y quizás en toda nuestra historia esta fragilidad unida a la de nuestra economía ha constituido un acicate para ser compensada con el coraje y con la inventiva (no quisiera devaluar en este contexto la palabra coraje tal y como se utilizaba en el franquismo, sino más bien en el coraje de los pueblos que tenían que sobrevivir cada día). ¿Hace falta dar un repaso a nuestra historia? No, nada de eso, era solo una amenaza. Pero fijaos, ¿Nos pudo ayudar, aunque más rutinario, a lo que ahora se denomina I+D+i?.

Su físico fue una de las características que le dirigió a su toreo pausado y de pocos movimientos (los imprescindibles).

Juan Belmonte, como buen “desgraciao” se buscaba la vida para torear de maletilla nocturno, evidentemente en noches de luna, porque si ésta estaba ausente lo negro sobre negro era la invisibilidad, pese a esa luz tenue para controlar al toro había que estar cerca de él, cuanto más mejor, porque si se alejaba lo perdías de tu vista y un ataque del bicho incontrolado era la muerte.

Por tanto dos cosas tenía muy claro Juan Belmonte: poco desgaste físico y estar cerca del toro.


¡Ah! La Roja… La Roja está compuesta de pequeños hombres en su mayoría, aunque físicamente se ejercitan como deportistas que son. Cuando se enfrentan a los demás equipos les sacan la cabeza, su juego por alto no tiene mucho sentido, salvo algún detalle de los Pujol, Llorente e incluso Ramos, pero no es su estilo. Su estilo lo llevan personajes Belmontinos como Iniesta o Xavi, así como los Silva, el canijo Navas, Alba, Pedrito, etc…

Primera teoría: Mínimo desgaste
(Cambiar, si os parece, en la lectura balón o equipo contrario por toro). La Roja aplica, por ello, las técnicas belmontinas: “no correr que es peor” y entonces si no corren ellos el que corre es el balón, si se le da un poco de velocidad a la cámara hasta el espectador pierde el balón de vista. El balón lo controlo yo y se mueve él, el avance es lento e inexorable. Los equipos contrarios casi siempre les han jugado en una primera etapa a un ritmo agresivo, potente y endiablado, entregándose al máximo, en la teoría de que a España hay que ganarle en la primera media hora, pero si no es así el contrario se ha matado y a partir de ese momento la Roja, aún fresca, se viene arriba y los machaca.

Segunda teoría: Cercanía y control
(Cambiar, si os parece otra vez, en la lectura balón o equipo contrario por toro). La cercanía al balón, les da la seguridad de que si el contrario no lo tiene, evidentemente no pueden marcar el gol, por tanto para no perderlo el centro debe ser perfecto, cercano a los pies del compañero, pasándolo por el hueco imposible en el instante inesperado, los contrarios nunca pueden reaccionar ante la visión de Xavi, el balón les pasa a escasos centímetros y les coge a contrapié, es como la media verónica ajustada, el estatuario lejano y el aguante hasta ese justo instante, el absorber al toro en el trapo para que no se despegue de él, a sus pies.

Con esas premisas Belmonte concluyó en dos principios que llevaba a cabo con dos claras acciones: Parar y Mandar

Ante un ataque “bestial” o brutal lo primero que hay que hacer es parar al atacante, pararlo en seco, el bufido será de perplejidad y si lo intenta de nuevo, nueva parada en seco. A partir de ese momento tomar el control y mandar. Esta es la secuencia.

Juan Belmonte cambió la técnica del toreo como la Roja la del futbol, pero además enamoraron a la gente en su arte, fraguado en una sensación que las masas se autoasignaban. Los débiles pueden ganar a los fuertes y el frágil torerillo ningunea al bravo de 600 kilos entre la parsimonia y el desafío. "La inteligencia vence a la fuerza", no es nada nuevo, todas las civilizaciones de una u otra manera lo han deseado y tiene sus mitos en este sentido.


Hay un pero más, no sería justo mantener que esa adaptación de lo externo a lo propio se sustente en la supervivencia y en el instinto y que esté ausente la masa gris. Porque en realidad es el análisis, el estudio y la reflexión la que concluye que las técnicas necesarias para llegar al éxito del objetivo marcado se deben basar en: Las características propias, el estudio de las del contrario y en el respeto al mismo, así como la perfección de las técnicas que requiera la tarea en la que te embarcas, en definitiva la inteligencia y "El conocimiento". De nuevo en esto Juan Belmonte cambia la historia y corrige a sus antecesores.

Juan Belmonte siempre tuvo una gran inquietud por el saber, se enganchó muy joven en las lecturas de viajes y aventuras de libros que les prestaban, más tarde se quedaba “enganchao” escuchando a los intelectuales de su época como Valle Inclán, Julio Romero de Torres y otros, de ellos llegó a decir que algo de parecido tenían sus reflexiones con la de los maletillas-anarquistas de Triana con los que formaba grupo. Del mismo modo a los intelectuales les gustaba escuchar las cortas palabras de Juan.

 Valle-Inclán, la actriz María Banquer y Julio Romero de Torres, en su estudio de Madrid en 1926.


Hay un dicho en el mundo del toro, uno de tantos y todos ellos pedagógicos y aplicables a la vida, que Manuel Chaves se lo otorga a Lagartijo, yo lo he leído como el principio de Pepe Hillo, sea del cual fuere viene a decir lo siguiente:

“Si el toro viene hacia ti o te quitas tú o te quita el toro”.

Juan Belmonte lo corrigió añadiendo ese matiz intelectual del que acabo de indicar en el último párrafo, y se lo corrigió al que se lo arrojó a su cara con la intención de advertirle que en su forma de toreo más pronto que tarde se quedaría en la plaza, y con el mismo ritmo de su toreo le respondió:

“Si el toro viene hacia ti o te quitas tú o te quita el toro, si no sabes torear”.

 
POSDATA.

EL ATAQUE DE LOS RECORTES probablemente requiera el comportamiento marcado por Belmonte, y aplicado por La Roja:

PARAR. La gente debe pararlos desde la calle, desde sus casas, desde sus trabajos, desde donde se encuentren con la insumisión y la desobediencia civil.

CONTROLAR para demostrar que la deuda es “Deuda Odiosa” (ver enlace:  http://es.wikipedia.org/wiki/Deuda_odiosa ), que en el peor de los casos el dinero no es de los más débiles de donde hay que sacarlo. El dinero está en los paraísos fiscales depositados por las grandes empresas que defraudan sistemática o sistémicamente (como más os guste), o en cajas fuertes inaccesibles depositadas en los Bancos producido por la economía sumergida, o en las cuentas bancarias obtenido por una fiscalidad  regresiva y por ende anticonstitucional: SICAV, impuestos de sociedades, o en las no cotizantes transacciones financieras, etc.

Y MANDAR para recuperar el poder civil, mandando a hacer gárgaras a unos poderes financieros como:  FMI, BM y BCE no electos. Recuperar la soberanía social con una democracia real, en la que los que reciben nuestro poder individual que le entregamos en las elecciones, no lo desvirtúen a su interés y en contra nuestra y si lo hacen que sean expulsados y penalizados de inmediato.

Antonio

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