"Clara madurez"

La verdad es que este soneto del amigo Miguel, resultado de decenas de cuartillas emborronadas, me ha sorprendido gratamente. Un soneto “se fabrica” mediante un proceso sucesivo de modelación de la cosa. De esta forma, el poeta y el escultor tendrían algo en común. Pero Miguel piensa que lo mismo que el  escultor evalúa y reflexiona sobre el avance de su obra  al final de la jornada, mientras barre  las virutas y desechos que va generando “la manufactura” de la forma, un buen soneto ha de ser el resultado de tachaduras, bolígrafos en mal estado y ratos de  mal humor mientras arrugas el papel y caminas ligeramente encorvado con el pitillo en la boca para arrojarlo a la papelera. (Parece que lo estoy viendo).

Yo la verdad es que tengo otro proceder al respecto, fruto de mi mayor interacción con la informática y el manejo de las herramientas que ésta tan eficaz como fríamente nos proporciona. Yo creo que la capacidad de conmover, de sugerir, de emocionar del soneto final no tiene mucho que ver con proceso, siendo el resultado lo que cuenta. Obviamente si no lo consigo con mis sonetos no es porque no los hice con diferentes bolis, portaminas, lapiceros de colores, sobre el reverso de las caducas comunicaciones del banco, de compañías suministradoras o cuartillas varias de banales ofertas comerciales. Esta parafernalia yo también la cultivo pero  la uso para  los croquis que de vez en cuando me aparecen por el maletero del coche, el bolsillo del tres cuartos o en la estantería de los zapatos, sobre la planta de un hospital imposible de construir, un minialzado, como queriendo pasar desapercibido o la quinta versión de la sección para la reforma de la casa de mi madre. En fin, manías.

Soneto para Macua

Por el puro deleite de otro hacer

mis amigos se encomiendan a la oda.

Me llegó el momento; me llegó la hora;

manos a la obra. Será un placer.

Este lunes nos reunimos otra vez.

Para Alfonso -y perdón por la demora-

su cuartilla, el soneto de un "rapsoda"

y las gracias por su clara madurez.

Intentemos salirnos del contexto.

Hagamos la rima; saltemos la banca;

seamos mundanos; obviemos el sexto.

¡Río de la vida que el tiempo estanca,

llévame con amigos predispuesto,

remontando tus brumas de aguas blancas!

Sevilla, Enero de 1011