miércoles, 28 de noviembre de 2018

Tertulia Alfonso Macua - 9 (5 nov. 2018)



Estamos en el ecuador del otoño, el día es fresco, soleado y con unas pocas nubes blancas que resaltan aún más el azul potente del cielo de Sevilla… y por aquí siguen los turistas llevándose improntas digitalizadas de la fachada de La Maestranza y calle Betis para su archivo de recuerdos.

Cuando llego me sorprende la mesa de trabajo, la previa e informal con el encanto del boceto ante la obra final. Digo que sorprende porque hay gran cantidad de setas que limpiaba con diligencia Pedro. Por su parte José Antonio preparaba entradas y Armando había traído un atún de primera para hacer un guiso de papas con él.

Setas de Laujar:

Esta imagen fue adjudicación a dedo porque junto con el arroz con leche con vainilla y canela de Luis y el guiso, se volvió a complicar la elección del icono del encuentro. Uno, dos y tres. Tres cocineros en el redondel ¿Cuál merece la oreja?. Creo que Pedro y Alberto al subir a la vertiente sur de sierra nevada, buscar y coger las setas tiene un valor añadido. La garantía de calidad se la dió un ‘lugareño’ (1) que desechó buena cantidad de las cogidas por nuestros colegas. Otra alternativa era un collac.

No tardaron en llegar los demás comensales, pero mientras eso, y como setas había una buena cantidad, J. Antonio también preparó unos platos de setas para las entradas.

Les comenté que el sábado había ido precisamente a comer setas a Zufre, previo sendero “los callejones” de El Castillo de las Guardas con los nietos. Allí fuimos como en años anteriores buscando los Boletus y en esta ocasión también comimos la Tana y otro tipo de seta que no se si eran Níscalos.

Pedro me contó sobre Laujar de Andarax, donde por sus alrededores cogieron las setas, que fue parada de Boabdil después de la expulsión de Granada hacia el desierto de Andarax, que existen aún su vivienda y la de la madre, separadas por motivos de la expulsión según la leyenda. Le comenté que descubrí que Boabdil y su gente permaneció 20 años en esa zona que convirtieron en un vergel y tal fue su desarrollo demográfico y de generación de riquezas que hubo una segunda expulsión en la que si se vieron forzados a cruzar a África, pero no fue en un libro de historia sino en la novela “El Manuscrito Carmesí” de Antonio Gala.


Surtido de enrtradas desaparecidas:

Es una pena que los reporteros no actuasen en el momento oportuno, pero las migas de Emiliano estaban ricas, sólo quedaron algunos dientes de ajo; la ensalada de tomate con cebollinos más de lo mismo y de las setas previas servidas en dos versiones: plancha y salsa ni hablamos. Poco que añadir, los platos de la imagen hablan por sí mismos.



Es esta fase donde se salta de un tema al otro sin profundizar mucho en los mismos y en la que se hacen comentarios sobre sucesos últimos con trivialidad. Miguel y Armando rememoran sucesos nuevos a los ya comentados en anteriores encuentros, en  una etapa juvenil de esperpento valleinclanesco.



J. Antonio entre los asuntos tratados vuelve a su incógnita que le lleva a maltraer: ‘Lo que yo digo es ¿qué vamos a hacer con el paro cuando la tecnología robotice toda tarea mecánica o no?’, y siempre le contesto ‘No hay problema, disminuyamos las jornadas de trabajo, para trabajar todos, la alta productividad permitirá mantener los beneficios a los empresarios y los sueldos a los trabajadores’.

Setas a la plancha:

Ya incorporados todos, este fue uno de los varios platos de setas que se sirvieron en la mesa informal y en ella las terminamos bien satisfechos de hongos, con la seguridad de que no eran ni venenosos ni alucinógenos, en tanto los protagonistas de su recolección estaban perfectamente saludables después de haberse comido las setas de medio monte del Parque natural de Sierra nevada hacía solo dos días. Setas y cerveza, tinto y setas, otra y otra… Y una vez terminadas, paso a la mesa formal.

Guiso de papas con atún:

He aquí la obra del prudente Armando. Otro éxito gastronómico del que repetí con un segundo plato porque estaba perfectamente condimentado, la papa estaba en su punto de entereza y el atún compacto y sabroso. Y es que los platos de cuchara para mí, aparte de que me encantan, me hacen recuperar vivencias de aquellas comidas en los que mi madre pasaba toda la mañana entre controlar la olla y el resto de tareas de la casa. Tiempos de patriarcado en los que se esperaba al padre, y la comida en la mesa familiar era un ritual.

Hoy hemos avanzado socialmente y es tan oportuno esperar a la madre, como lo fue esperar al padre, ya que puede ser que sea la única que tiene trabajo fuera de casa, porque el patriarca sigue en paro, si bien sigue siendo la mujer la que más sufre el desempleo.

Miguel estaba sembrado e improvisó algunos mini-relatos de los que dejan al personal roto de una risa que sale del fondo, de la que recuperas unos años de vida.

No recuerdo cómo surgió el tema de la importancia de la idea y de la ejecución práctica de la misma, pero creo que separar estos conceptos no lleva a nada porque nada sirve el uno sin el otro. La idea como acto creativo es esencial, pero sin la posibilidad de llevarse a cabo se queda en abstracto entre millones de neuronas, algo sin hacer, no lleva a ningún resultado.

Hubo quienes defendieron la idea hasta considerarla esencial, tanto que sin ella no habría nada. Opiné que en áreas muy teóricas filosóficas, artísticas eran fundamentales para una satisfacción humana inmaterial. Pero siempre habría que terminar llevándolas al papel, al discurso, al lienzo, o a la escena, etc.

Defendí, desde el materialismo y lo práctico, que quizás la ejecución práctica de algunos elementos simples, por si mismos, tuviesen más posibilidades de provocar la satisfacción humana material, al fin y a la postre, insustituible por su necesidad de inmediatez.

Se me ocurrió, tal vez no el mejor ejemplo, recordar que el pueblo malagueño de Casares, entre otros pueblos blancos, no necesitaron un diseño de cada casa, ni un proyecto urbanístico detallado, porque la necesidad, la climatología y la adaptación al terreno dio como resultado a un conjunto encantador. Algo más se planteó sobre canteros e inteligentes constructores de pirámides tras las que se esconden cálculos complicados y por tanto diseño o idea. Evidentemente sin el esfuerzo de miles de trabajadores y esclavos el diseño y la idea se hubiesen quedado en los papiros.

Arroz con leche y vainilla:

Luis, en su faceta de repostero, se trajo su postre de arroz con leche y vainilla, con una pinta magnífica y mejor sabor, lo fue sirviendo en los platos y a Enrique se le cambió la cara. Hubo repeticiones, por supuesto, pero en mi caso se quedó en el deseo lo de repetir, porque de setas y guiso de papas con atún ya lo hice y no daba para más, lo que me supuso una llamada de atención de Enrique.

Aprovechando el dulce se me ocurrió preguntar: ¡Bueno! Sabréis que hoy mismo se está celebrando el pleno del Tribunal Supremo, convocado por Luis María Díez Picazo dada “La enorme repercusión económica y social” obtenida por la sentencia del mismo Tribunal que dictaminaba que los bancos soportasen el pago del impuesto sobre actos jurídicos documentados al formalizar una hipoteca.


Creo que fue unánime la admisión del descrédito de la justicia y lo que era una sensación: la existencia de vínculos entre la banca y el poder judicial dejó de serlo.



Recordé la frase de Emiliano cuando se ventilaba el asunto del Juez Baltasar Garzón que dijo “Si lo echan, me marcho de este país”, para decir que si en el mismo día de la noticia de suspensión de la sentencia que los bancos pagarían los impuestos de las hipotecas, no se tomaba la calle por una gran cantidad de gente, este país aguantará todo lo malo que le echen.


Tomamos café y saqué una botella de orujo portugués de doble destilación, que me traje en las vacaciones y que está fuerte como un demonio… Lo pedía después de comer como un chupito de ‘gasolina’. Sorprendentemente gustó y casi acabamos la botella.

Los cohiba duraron poco:

Pedro que nos había comunicado que Margarita había dejado unos puros habanos para los tertulianos, unos los quisimos y otros que ya dejaron de fumar pasaron de los cohíba. De manera que el ciclo café, copa y puro se cumplió.

Así entre bocanadas de humo creo que comenzando con el asunto de la inmigración y los campamentos donde malviven los inmigrantes, sus  penalidades en el camino hasta llegar a Libia o Marruecos donde aún aumentan más sus sufrimientos.

Estando en África tierra del dolor terminamos en Palestina y en el gheto de Gaza y se comentó su trágica supervivencia bajo control de Israel. El tema se alargó porque algunos justificaron los ataques a Gaza como defensivos e incluso porque en realidad Palestina era el país de los judíos desde sus orígenes. Otros no lo veíamos así, ya que después de la II guerra llegan los judíos a Palestina en el barco éxodo y el pueblo palestino les dejan sitio para asentarse y recuperarse del holocausto sufrido, al poco se fueron extendiendo y ocupando tierras y sus aguas continentales, controlando las entradas de alimentos y de medicinas calculadas en cantidades para cada persona. Es absolutamente incomprensible que este pueblo elija a gobernantes que aplican medidas contra un pueblo similares a las que ellos fueron sometidos.

La conversación continuó ya fuera y caminando por Arfe donde tomamos una copa de despedida sin conseguir acuerdo.

Antonio

[1] Lugareño: Título superior al de lo definido hoy en día como ‘experto’.
 



No hay comentarios:

Publicar un comentario