lunes, 31 de enero de 2011

Encuentro 12 de abril de 2010

Bacalao al Pil Pil:

Desde hacía tiempo había un reto aceptado y pendiente, el Oyarzabal quedó emplazado para un Bacalao al Pil Pil, reto de difícil ejecución, como pudimos comprobar, y que finalmente fue aceptado para este otro inicio de primavera, tuvo que ser el 12 (lunes), pero a todos hubiese gustado que el lunes hubiera sido 14 lo que aportaría un tinte republicano al acto.

Sólo la primera vista del bacalao impresionaba. No, no era ese bacalao desmenuzado que comíamos de pequeños sobre todo en la semana santa. ¡Nada de carne! Y ojo si nos veían comiéndola (en dichas fecha “rojos” seguro), para esos momentos ¡Bacalao! o migas del mismo, un potaje de  garbanzos con bacalao era una buena solución.

El Bar Jota supo aprovechar ese bacalao desmenuzado en hebras, bien salado, para que la cerveza fuese pedida con prisas como un deleite de frescura. El bacalao, como gran estrategia comercial con muy buenos resultados, se enfrentó a los chochos y a  los cacahuetes y los parroquianos del Jota eran de toda Sevilla y parte del extranjero.

Volviendo a nuestro momento, el paro seguía subiendo, las pequeñas y medianas empresas desapareciendo, las inversiones públicas cayendo en barrena arrastrando a todos con ellas, ni brotes verdes ni pollas, como dicen en Graná. El acoso a Garzón no cesa y todos recordábamos el choque de trenes del reciente encuentro en Fidel donde Emiliano dijo: Si a Garzón lo declaran culpable me voy de este país, y en el fondo casi todos pensamos que tal y como están las cosas puede ser una salida a la desesperada, pero si es cierto que el nuestro es un país poco agradecido históricamente con sus buenas gentes.

Con todo ello dando vueltas en las cabezas, había que seguir y en mangas remangadas y mandil, el Oyarzabal movía, más bien mecía, la sartén sin parar en un ritmo con cadencia musical constante e incansable, justo el aceite de oliva y componentes. El Oyarzabal, la sartén y el bacalao se apoyaban en una larga historia, de un país mitológico de marineros que encontraron en sus largos viajes, sobre barcas de cuero,  islas de cristal; y de montañeses duros como las piedras, pero sensibles para hacer un bacalao al Pil Pil como el que mece a la Macarena.



Alfonso y Pedro adornaron el principal con entradas, vinos y postres, realzándolo. Y  con este acto se resalta Pedro que ha tomado cuerpo y dominio gastronómico, además de otras tramas y tareas literarias con Alfonso, ya nos darán más detalles.

El resultado final: Una gloria ver como las lonchas se deslizaban completas de un blanco que se confundía con la loza. Mientras duró, como a Alfonso le gusta, reinó el silencio, porque con él no se distraen los sentidos del gusto y del olfato.

Tal vez faltó, por poner pegas, el chacolí de Getaria para poder hacer un viaje astral completo al norte de la península entre montes, valles y helechos arborescentes.

Será la próxima...
Antonio

No hay comentarios:

Publicar un comentario