sábado, 22 de enero de 2011

Encuentro 29 de septiembre de 2009

Pescaito frito y porras:
De entrada y salida tinto-rioja, el cuerpo de la mesa más de 5 Kg de pescaito frito (salmonetes del tamaño justo y pescada) y porras antequeranas (Archidona) con huevo duro y lomo de atún en un escabeche suave (de Ortiz), postre de frutas naturales y frescas: melocotón y uvas, estas con queso ratificaron el refrán.




Un buen café y un “vasodilatador” al gusto del consumidor.

El menú, quizás la escusa, para cruzar situaciones cotidianas, y practicar la “inteligencia emocional” tan vieja para todos y novedosa y valorada ahora por las empresas (que siempre llegan tarde), la vida entre la comida se manifestó en todos sus aspectos:

La malajá de la subida del IVA, frente al “no lo toquen” de las SICAV, las viviendas de protección oficial que una vez adjudicada no se puede comprar porque los bancos no avalan al adjudicatario y de nuevo a empezar, la endogamia política y administrativa, ¿Hasta cuando las Diputaciones provinciales?, los derechos de autor, la SGAE y el canon kafkiano cobrado por si acaso, la agresión a los aparcamientos en las calles de Sevilla sin previo aviso, los 1700 mill. para Andalucía con deuda histórica incluida contra los 2.800 Mill. Para Cataluña, sin incluir deudas (por supuesto), ¿Tanto se les debe a los nacionalismos? dijo alguno. Portugal y España se acercan y la frontera se difumina, las fiestas populares que parecen diseñadas por Berlanga; los patrones cornudos, que no cabrones, de Beas, San Cosme y San Damián, pueblos de abajo y de arriba de la península, el tabaco y el dejarlo, la cabezá, la barriga y el peso infrenable “por la poca frecuencia del sumo acto”, dijo otro..., etc. etc. etc...

Nada nuevo, nada tan sano.

De manera que a la vuelta de El Macua, Nos vemos.
Antonio

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